Frank ‘de la Jungla’ ha presentado hoy en el Colegio Cristóbal Valera de Albacete su nuevo programa, en busca del drqagón, que empieza este domingo en Discovery Max. Los niños de seis años de este colegio han disfrutado de sus experiencias y les ha relatado cómo incluso la productora le dijo «no te flipes» cuando les indicó que iba a encontrar el dragón volador y así fue, lo encontró.
Frank ha llegado en una nube de fotógrafos y repartiendo huevos de chocolate que emulaban al del dragón.
Después ha respondido a los niños, que le han preguntado por ejemplo a qué animal en extinción le habría gustado encontrar y ha indicado que le habría gustado conocer a Félix Rodríguez de la Fuente, a quien le debe lo que es.
Además, sobre el peligro del lince ibérico ha vaticinado que lo tiene difícil por el avance de las autovías y las construcciones.
Por cierto, que ha llevado de cabeza con sus tacos a la directora del centro y ha firmado justo lo que no le ha dejado decir ella como «caca, culo, pedo, pis».
Todo en un gran ambiente festivo para el cole.
La historia del mundo occidental retrata a los dragones como símbolo de terror y maldad mientras que, en el mundo oriental, esta criatura representa el poder y el principio de la vida. Pero más allá de su significado, lo cierto es que la figura del dragón está presente en las culturas de los cinco continentes desde hace siglos. Esta temporada, ‘Wild Frank’ regresa a Discovery MAX con un nuevo y ambicioso objetivo: demostrar que estas criaturas surgidas de la mitología existen en realidad. La nueva aventura de Frank Cuesta en Discovery MAX comienza este domingo (21.30h) con un viaje apasionante que llevará al herpetólogo a seguir la pista del dragón desde lugares como Nueva York y Madrid hasta el sudeste asiático.
Los dragones han apasionado a Frank Cuesta desde que era un niño y esta temporada, la más personal y especial para el herpetólogo, se dispone a seguir el rastro de estas criaturas para demostrar que “los dragones existen y viven entre nosotros”. Así lo ha afirmado hoy el herpetólogo durante la presentación de la nueva temporada de ‘Wild Frank’, una serie producida por Molinos de Papel, en el marco del FesTVal de primavera de Albacete. En un evento celebrado en un colegio de primaria de la localidad manchega, los más pequeños han podido hablar con su ídolo sobre dragones y aportar sus ideas para proteger a los animales en peligro de extinción. Y es que la denuncia del maltrato animal y el tráfico ilegal de especies cobrará un especial protagonismo en la sexta temporada de ‘Wild Frank’ en Discovery MAX.
Tras recorrer cuatro continentes descubriendo los secretos del león africano y el tigre de Bengala, de la selva amazónica y el desierto de Sudáfrica, de las profecías mayas y la tradición budista, Frank Cuesta vuelve a su casa, Tailandia, para mostrar los secretos, maravillas y amenazas de la fauna autóctona. En esta nueva aventura, Frank viaja a diversas localizaciones naturales de Yakarta, Bangkok y varias islas indonesias, donde Frank sigue la pista de los reptiles más veces retratados en la mitología de los cinco continentes para hallar al mayor dragón que habita en la Tierra: el dragón de Komodo.
Nueva York es el punto de partida de esta nueva temporada de ‘Wild Frank’. Frank se traslada hasta la jungla de asfalto, cristal y acero más importante del mundo para investigar el origen de la creencia de que en la Tierra habitaron y siguen viviendo dragones. La Biblioteca Pública de Nueva York es el sitio perfecto para iniciar la búsqueda. Allí, en la sección de libros raros, Frank halla una reliquia que marcará el destino de su viaje: el Globo de Hunt Lenox. Este pequeño globo terráqueo de bronce es el más antiguo del mundo -data del año 1510-, y contiene una extraña inscripción en latín justo encima del punto geográfico donde se encuentran las islas de Indonesia: ‘Hic sunt dracones’, que significa ‘Aquí hay dragones’. Esta expresión se utilizaba para alertar de los peligros que acechaban en esta región de Asia y que, probablemente, se referían a los reptiles de gran tamaño que hoy en día continúan habitando la isla de Komodo.
Esta pista le lleva hasta Tailandia, donde perdura la tradición de los mitos y leyendas en torno a estas criaturas, como se puede ver en el gran dragón que envuelve el templo de Wat Samphran en Bangkok. Pero, más allá del mito, en Tailandia viven en la actualidad dragones reales que van desde el dragón volador, un pequeño lagarto alado que se desplaza “volando” de árbol en árbol, o el varano acuático, un reptil que puede llegar a pesar hasta 70 kilos. Estos exóticos reptiles no serán las únicas especies que Frank encontrará en su búsqueda del dragón de Komodo. El aventurero tratará de acercarse a los animales cuyos rasgos más característicos conforman lo que identificamos como dragones: las alas del murciélago y el zorro volador; la agilidad bajo el agua de la anguila de fuego y la salamandra gigante; la hipnotizadora mirada de la cobra de monóculo; la coraza del pangolín; la piel de la serpiente trompa de elefante; o la mordedura letal de la víbora wrangler, cuyo veneno puede matar a un hombre adulto.
Así, uniendo una a una las partes de las especies que forman un dragón, Frank viaja hasta la vecina Indonesia, donde visitará las islas de Java, Flores, Rinca y Komodo. Esta última da nombre al reptil más buscado y más amenazado del planeta: el dragón de Komodo. Tras un agitado viaje, Frank intentará entrar en la “guarida del dragón” y convivir con estas criaturas en sus dominios. Una tarea arriesgada que el herpetólogo afronta para desentrañar los secretos que rodean al mito del dragón.