Abandonamos El Sabinar y, en dirección Norte, con la estampa del pueblo a nuestras espaldas, buscamos el Barranco del Toyo y el ascenso por pista hacia el Collado de las Casicas. Llegamos así al vértice de Majal Alto (1.441 m.), en la Sierra del Zacatín, y afrontamos un pedregoso descenso por la Umbría del Capitán, buscando el terreno más accesible entre los peñascos.
El camino se hace más amable en Las Corralizas, y por el Arroyo de los Cantos llegamos a los Cortijos de los Riveros, donde cruzamos la carretera AB-5010. Dejando el aeródromo del mismo nombre a la derecha, pasamos por El Cortijo de Las Rejas, y por otro buen camino, que serán la tónica de la jornada, caminamos en leve ascenso hasta Collado Blanco (1.199 m.). Cruzamos la Rambla del Cerro Gordo y, pasando la Casa de la Carrasca Gorda, torcemos a la derecha hacia la Casa Nueva del mismo nombre.
Tras ascender suavemente la Loma de la Sima, nos enfrentamos al segundo descenso intrincado de la etapa, hasta el camino que transcurre en paralelo a la Rambla de los Castillejos, donde normalizamos nuestro paso. Ya casi siempre en bajada, bordeamos la Loma de Incol y cruzamos la Rambla de Lorca en el Corral de la Fuente de la Solana. Hacia la Cañada de Juan Gil vemos a nuestra derecha una granja vacuna, para dirigirnos después hacia el paraje y corral de la Merera. Nuestro destino está cerca.
Después de cruzar el Canal del Taibilla entramos en las primeras calles de Letur, en el barrio de San Antón. Un último esfuerzo y admiramos el precioso casco histórico de la localidad, buscando el merecido refrigerio y descanso.