El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo reiteró que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha mostrado su “disconformidad” con el Plan Hidrológico del Júcar.
Martínez Arroyo afirmó que el principal problema que tiene esta cuenca es la “mala demarcación que se realizó”, criticando que se contemplen cuencas intracomunitarias sin relación con el Júcar, y recordando que Castilla-La Mancha debe tener mayor peso en los órganos de decisión y gestión de la planificación hidrológica de este río, al ser una Comunidad Autónoma que tiene una representación del 70 por ciento del territorio en esta cuenca “un argumento objetivo”, afirmó.
Por otro lado, el titular de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural del Gobierno regional explicó que en el año 1998, se decidió sustituir algunos sistemas de bombeo, pasando de las aguas subterráneas a las de bombeo, y ese acuerdo suponía un ahorro de 80 hectómetros cúbicos, “una medida que no se ha llevado a cabo y que debe resolverse”.
“Ahorrando esos 80 hectómetros cúbicos del acuífero resolveríamos otro problema porque esta cuenca no estaría consideraba como mal dotada”, y apostó porque la cuenca del Júcar tenga recursos suficientes “sustituyendo aguas subterráneas por superficiales”, una reivindicación en la que coinciden con la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental.
Defensa del acceso al agua
Por otro lado, recordó que la política agraria debe tener como elemento principal, “el acceso al agua para los agricultores profesionales” y defendió la utilización de mecanismos para favorecer el desarrollo del sector primario, en zonas más desfavorecidas.
Para lograr esta finalidad, el titular de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, recordó que a finales del próximo mes de octubre, estará aprobado el Programa de Desarrollo Rural, que contemplará “habilitar medidas de compensación a los agricultores para su acceso al agua”, y puntualizó que el Gobierno regional apostará por la modernización de regadíos.
