La mismísima institución de la Defensora del Pueblo, que dirige ahora Soledad Becerril, medió para librar a un vecino de Albacete de una multa porque la señal de dirección prohibida, en la carretera de Las Peñas estaba tirada y seguía así dos meses después de la denuncia. El Ayuntamiento de Albacete atendió la sugerencia del Defensor del Pueblo y revocó la denuncia.
Este es el relato que hace de los hechos Soledad Becerril en la memoria que presentaba este jueves:
“La señalización debe ser lo suficientemente clara y visible para que los conductores puedan conocer en todo momento las directrices a seguir. No siempre ocurre así, tal y como puso de manifiesto un ciudadano que indicó que, en el lugar donde fue denunciado, la señal indicativa de prohibición estaba tirada en el suelo y por dicho motivo no pudo visualizar que no podía circular por la carretera de Las Peñas 31, en Albacete. Asimismo, indicó que dos meses después de la denuncia, la señal seguía estando tirada en el suelo. El Ayuntamiento de Albacete, a instancias de una Sugerencia realizada por el Defensor del Pueblo, comprobó la veracidad de los hechos expuestos y revocó el expediente sancionador”.
Por otro lado, desde esta institución ahorraron 300 euros en una denuncia de Tráfico. Así relata los hechos:
“En ocasiones, la cuantía consignada por el agente en el boletín de denuncia era errónea, como en el caso de un ciudadano extranjero, que se dirigió al Defensor del Pueblo para comunicar que unos agentes habían denunciado a su padre por tener la autorización administrativa de conducir caducada y habían consignado en el boletín una sanción de 500 euros cuando, en realidad, la cuantía de la sanción que le correspondía por los hechos denunciados era de 200 euros. La Dirección General de Tráfico rectificó la tramitación del expediente sancionador realizada por la Jefatura Provincial de Tráfico de Albacete”.
