La Base Aérea se volvía a vestir de luto esta tarde para rendir homenaje a los nueve militares franceses fallecidos en el accidente del lunes. Como la noche anterior para despedir los cuerpos de los pilotos griegos, las instalaciones de la Base volvían a acoger momentos de dolor en un acto sobrio en el que ha sonado, entre otras, la marcha fúnebre.
De los nueve franceses fallecidos, ocho participaban en el curso del TLP que iba a celebrarse hasta el 13 de febrero, y quedó suspendido, pero otro llevaba algún tiempo destinado aquí. En el acto han estado algunos de sus familiares. El mismo daba comienzo a las 15.40 horas y ha durado unos 20 minutos. Ha estado presidido por el teniente general del Mando Aéreo de combate, Eugenio Miguel Ferrer, y ha contado con la presencia del embajador francés Jérôme Bonnafont.
El hangar número 5 de la base aérea, situado a unos 500 metros del lugar donde se produjo el accidente, ha sido el escenario escogido para celebrar las honras fúnebres y un sencillo acto de despedida presidido por el Jefe del Mando Aéreo de Combate.
Además de muchos alumnos del curso del Programa de Perfeccionamiento de Pilotos (TLP) de la OTAN, al que asistían los fallecidos, al acto también han asistido el embajador de Francia en España, Jérome Bonnafont, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, y el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, además del presidente del Tribunal Superior de Justicia de la región, Vicente Rouco.
Los féretros, que han sido portados por militares de varias nacionalidades, han sido trasladados a Francia en un Hércules español.
Se cierran así los homenajes para despedir a los cuerpos sin vida de los fallecidos en el accidente más trágico de la historia de la Base.
