El juzgado de lo Penal número 1 de Albacete tiene previsto juzgar el próximo miércoles, 14 de enero, a los dos acusados del atraco a la Joyería Royo, que se enfrentan en un caso a cinco años de cárcel y en el otro a ocho años y medio -en este segundo caso por atentar también contra un agente- según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal.
Los arrestados, de los que la Policía difundió su foto y pidió la colaboración ciudadana para encontrar el botín, se enfrentan a cinco años de prisión M.M.M. y ocho años y medio B.A.C.
El escrito detalla que los acusados, mayores de edad y sin antecedentes, el martes 29 de abril de 2014, a las 12.00 horas impulsados por la intención de conseguir un beneficio económico, se dirigieron a la Joyería ROYO y una vez allí el acusado M.M.M. (que vestía una camisa de rayas azules y blancas, unos pantalones oscuros y un sombrero blanco) entró en el establecimiento y, exhibiendo una pistola que llevaba ocultada en la cintura, apuntó con la misma a los empleados que se encontraban en el nivel superior de la tienda.
Seguidamente, entró en la joyería el otro acusado, (que vestía un pantalón, una chaqueta y una gorra, todas de color azul marino), se agachó junto a la puerta del local y colocó un objeto a modo de tope para impedir que la puerta quedara cerrada.
Explica el escrito que así entorpecían el sistema de cierre de la puerta de acceso al local y evitaban de esta forma, en el caso de que funcionase repentinamente la alarma, que la puerta quedara bloqueada y les impidiese la fuga.
Mientras el otro ladrón encañonaba la pistola contra los dependientes para cubrir su acción (la que, según el reparto de las tareas acordado, le correspondía a cada uno en el asalto) uno de los acusados fracturó el cristal de la vitrina del escaparate y, en tan sólo treinta y cinco segundos, cogió diecinueve relojes (tres de la marca Cartier y dieciséis de la marca Omega), valorados en 85.800 euros y cinco joyas de gran valor.
Con el botín en las manos, valorado en 126.000 euros, el segundo acusado saliló del comercio y, sólo después, tras ocultar nuevamente la pistola entre su vestimenta y rociar con un spray de pimienta el aire del local (para facilitar aún más su rápida fuga y, en cierto modo, inmovilizar a los dependientes) lo hizo el acusado
M.M.M.
Los acusados fueron posteriormente localizados y detenidos. El primero fue encontrado en la calle León y el otro fue interceptado en las proximidades de las estaciones ferroviaria y de autobuses.
Lo que nunca se localizó fue el valioso botín queconsiguieron.
El segundo detenido atacó a un agente cuando ya estaba detenido en Comisaría.