El lunes, 17 de noviembre, comenzará el juicio contra el único acusado del doble crimen de dos compatriotas dominicanos en la ciudad de Albacete, en un piso de la calle Baños, ocurrido en la tarde del domingo 2 de marzo de 2013 y que conmocionó a la ciudad. El acusado es D.A.A.M. y el fiscal le pide 36 años de cárcel por estos hechos, 18 por cada uno de los dos delitos de asesinato de los que está acusado.
En el escrito de acusación del Ministerio Fiscal se detalla cómo habrían ocurrido los hechos, con gran violencia, y se explica que el acusado era amigo de los dos fallecidos, L.N.B. y W.A.B.
Se recoge que tenían diferencias con el acusado porque los fallecidos pensaban que les había quitado una gran cantidad de dinero y que por ello incluso le amenazaron de muerte en caso de que no se lo devolviese. Eso ocurrió, siempre según el fiscal, en enero de 2013 y fue el 2 de marzo de ese mismo año cuando L.N.B. llamó al acusado para que se reuniera con ellos en el piso donde residían los fallecidos, en la calle Baños «para comer y tratar de aclarar lo relativo al dinero desaparecido».
Cuando el acusado estaba en dicho domicilio, esa tarde, “junto a L.N.B., toda vez que W.A.B. había salido momentáneamente, se personó en la vivienda un hombre que no ha podido ser identificado, al que le abrió la puerta L.N.B., originándose una pelea entre L. N.B. y esta persona no identificada”. El escrito explica que el acusado aprovechó ese momento “con la finalidad de acabar con la vida de L.N.B. y de esta forma poner fin a la situación que venía padeciendo, para coger de la cocina un cuchillo, dirigiéndose al salón de la vivienda y asestándole a L.N.B. una puñalada en el costado derecho que le alcanzó el hígado y otras tres en la espalda”. L.N.B. quedó herido mortalmente, dejándose caer sentado en el sofá del salón de la vivienda. Tras la primera puñalada, el individuo no identificado, huyó de la vivienda, aunque se cruzó en el rellano de la escalera con W.A.B., que volvía, con quien forcejeó y volvió al piso. Ambos entraron dirigiéndose a la habitación del propio W.A.B. “aprovechando el acusado un momento durante el forcejeo en el que W.A.B. le daba la espalda para propinarle un puñetazo en la nuca, asestándole seguidamente dos puñaladas en el cuello” y huyendo del piso la persona no identificada.
Además, el acusado, al percatarse de que L.N.B. se había movido del sofá donde estaba moribundo y desangrándose, “se dirigió de nuevo al salón y le propinó varias puñaladas más, que le alcanzaron en la zona del cuello y en las manos, al tratar de defenderse la víctima de la mortal agresión”, según el escrito de acusación.
Finalmente el acusado ató de los pies a W.A.B. con el cable de una plancha, para que éste no se moviera mientras agonizaba y se marchó de la vivienda, llevándose el cuchillo que tiró a un contenedor, desprendiéndose igualmente de la chaqueta que llevaba y que estaba manchada de sangre.