Este jueves ha comenzado el juicio contra el matrimonio de Caudete, G. R. T. y A. M. G. -que en 2019, cuando fueron detenidos tenían 28 y 27 años- arrestados por la muerte de sus dos bebés con cuatro meses, en poco más de un año de diferencia, en la Audiencia Provincial de Albacete; y que se enfrentan a la prisión permanente revisable, por sendos delitos de asesinato, tal y como consta en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal.
Tras la constitución del jurado popular, compuesto por nueve personas, comenzaban los planteamientos del Ministerio Fiscal y la defensa de los acusados, si bien las declaraciones de ellos tendrán lugar mañana viernes.
También se juzga a la madre de él, M.G.T.S., que se enfrenta a cuatro años de cárcel por el delito de homicidio por imprudencia grave; y seis meses menos un día más, por el de comisión por omisión en un delito de maltrato en el ámbito familiar. Está acusada porque, conociendo la muerte de su primer nieto, con el segundo, cuando recibió consejo de los padres tras las agresiones, en lugar de recomendarles ir al médico o avisar a los Servicios Sociales, se ofreció a curarle ella «con métodos de curandera».
En la primera sesión del juicio se ha conocido la petición de las defensas, que plantean que no hubo ningún tipo de maltrato intencionado y piden la libre absolución de los tres acusados.
Además, en el caso de los padres de los menores se pide que, si son condenados, sea por un homicidio por imprudencia «porque no hubo maltrato voluntario».
Se ha alegado que el padre acusado «tiene una discapacidad mental del 39%, considerada como límite» y se ha expuesto que «su pareja también tiene limitaciones, por lo que es posible que ante la falta de pericia en el manejo de los bebés hubieran podido producirle algún daño», pero que nunca fue «de manera consciente».
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También se ha negado que la abuela permitiera que no llevaran al segundo bebé al médico y se ha puesto de manifiesto que ella acompañaba a su nuera a las revisiones del menor, tanto en Caudete como en Almansa.
EL ESCRITO DEL FISCAL
Según recoge el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, en septiembre de 2017, el primer hijo de ambos nació en Elda, en Alicante, aunque pronto se trasladaron a Caudete. Se les acusa de someterle a «golpes y violencia» desde el inicio y se indica que incluso «ponían la música alta para no escuchar sus llantos».
Aunque en algunos golpes, «de común acuerdo», llegaron a fracturarle la clavícula y no acudir al médico, el 19 de enero de 2018, «lo sujetaron y le golpearon la cabeza contra un superficie dura no determinada y de forma violenta», golpes por los que tuvo que ingresar en el Hospital de Albacete, en estado grave, donde se diagnosticó su muerte cerebral cuatro días más tarde. Así, el Juzgado de Almansa inició una investigación por esta muerte.
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Pero, el 18 de febrero de 2019, el matrimonio, que seguía residiendo en Caudete, tuvo otro hijo. Y se repitió el patrón de tratamiento con violencia, según recoge el escrito de acusación del Ministerio Fiscal.
De nuevo, este bebé recibió golpes, en zonas como las costillas, por las que habría tenido que recibir asistencia médica, pero los padres no lo llevaron a ningún centro sanitario. Como el 23 de mayo, cuando le fracturaron diversas costillas, lo que le produjo una insuficiencia respiratoria por la que tendría que haber sido ingresado.
Además, su abuela recomendó que no lo llevaran al médico y se ofreció a curarlo ella, siempre según el escrito de acusación.
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La situación no cesó y un mes más tarde, en la madrugada del 28 al 29 de junio de 2019, el menor moriría en su domicilio, como consecuencia de los golpes que recibió en las costillas, por colapso respiratorio.
ASEGURARON QUE FUE UNA NEGLIGENCIA MÉDICA
Cuando falleció el primer bebé, los padres acusaron al hospital de negligencia médica, como se informó en ese momento.
De hecho, entonces la madre publicó en Facebook una foto de él y un mensaje en el que indicaba que «esto lo van a pagar lo que te han hecho», mensaje que seguía publicado a la muerte de su segundo hijo.
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