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41 marcha Nerpio-Alcaraz. Etapa 1. Nerpio-El Sabinar

Hablar de la Marcha Nerpio-Alcaraz es posiblemente afirmar que es la ruta senderista de siete días más longeva del país. Son ya 41 años en los que el Centro Excursionista de Albacete, a través de sus organizadores, pone sus ganas, ilusión y energía para que los participantes conozcan los innumerables parajes y rincones que nos ofrece la sierra albaceteña. Por eso cada año, exceptuando el principio en Nerpio, y el final en Alcaraz, se cambia de itinerario, para conocer con más amplitud las diferentes zonas de las sierras de Alcaraz y Segura.

Desgraciadamente, la ‘España vaciada’ se manifiesta con toda su crudeza en esta zona. No hace mucho tiempo podíamos hablar con los lugareños que vivían en muchos cortijos, hoy en día abandonados. Aún así el Centro Excursionista de Albacete no cejará en su empeño de seguir andando por estas sierras, para que la gente conozca la riqueza paisajística de nuestra provincia, que no tiene que envidiar a otros lugares más famosos de la geografía española.
Otra de las características de la Marcha Nerpio-Alcaraz es el compañerismo que se palpa cada año, y que se refleja sobre todo a través del ‘espíritu del suelo’: la mayoría de los participantes duermen con sus colchonetas y sacos en los locales que ofrecen los ayuntamientos. Esto hace que la gente esté las veinticuatro horas de cada día con mucha cercanía, apoyándose unos a otros ante cualquier necesidad, sobre todo en el aspecto emocional. Porque la Marcha no es solo desgaste físico, sino que la cabeza también trabaja para gestionar este tipo de esfuerzos. Durante siete días andando con la casa a cuestas siempre hay momentos no tan buenos, y los compañeros de ruta nos ayudarán a superarlos con sus ‘chascarrillos’.

Cualquier senderista albaceteño que se precie debería hacer al menos una vez en la vida la Marcha Nerpio-Alcaraz. Poco a poco también se va conociendo fuera de la provincia; incluso algún año han participado personas de otros países

Tras la ceremonia bautismal, el grupo sale de Nerpio con el entusiasmo de comenzar, de nuevo o por primera vez, esta semana de aventuras. El inicio de jornada resulta divertido en las pasarelas y puentes de la Ruta del Zarzalar, y vamos jugando con el río Taibilla un buen rato. Cuando el terreno se abre llegamos al cortijo del Tovarico y, poco después, alcanzamos el pantano, que rodeamos por la derecha. Subimos algo para evitar el agua del puente y bajamos a la Rambla de la Virgen o Arroyo Blanco. Tras recorrer un trecho por ella, ascendemos por pista al Cortijo del Torcal, y avanzamos, por terreno perteneciente a Moratalla, hacia el Torcal de las Bojadillas, refugio rocoso que alberga un notable conjunto de pinturas de Arte Rupestre Levantino.

En sus paredes se representan más de mil figuras diferentes, de seres humanos y animales como ciervos, cabras, toros o caballos, todas ellas pintadas en un estilo naturalista y estilizado y de colores rojo y negro.

Llegamos a la carretera RM-702 y caminamos a su lado intentando evitar el asfalto. Tras pasar el Cortijo El Renacer, podemos cargar agua en Arroyo Tercero. Nos internamos a continuación en el arroyo de Las Cañadicas del Calar, que alberga el antiguo camino de Nerpio a Calar de La Santa. Conforme el cauce se torna más escarpado se encuentra el conjunto de abrigos rupestres de Cañaica del Calar. Consta de siete cavidades en la roca agrupadas en cuatro abrigos situados hacia la mitad de la pared. La zona está rodeada por numerosas canteras y contiene un bosque milenario de sabinas albares y negras. El conjunto resulta ciertamente imponente.

Antes de llegar al Calar de la Santa, nuestro camino continúa ascendiendo, y gira a la izquierda para, a través de Cortijo de Martín Herrero, llegar a las calles de El Sabinar, donde nos espera para alojarnos el Polideportivo, que los integrantes veteranos recordarán de alguna ocasión anterior.