Hasta veinte acusados, la mayoría vecinos de la pedanía de Las Casas, en Ciudad Real, se sentarán el próximo 10 de enero en el banquillo de los acusados por los destrozos que habrían causado a una casa rural que alquilaron en Chinchilla de Montearagón para celebrar varios cumpleaños.
El proceso tendrá lugar en el Juzgado de lo Penal número 1 de Albacete y se pide para los 20 acusados, en concepto de coautores, «porque nadie decidió abandonar la casa cuando empezaron los desmanes ni pedir auxilio para abandonarla» una multa de veinte meses con una cuota diaria de 12 euros -7.200 euros en total-, para cada uno de los acusados, por el delito de daños; así como ocho meses de cárcel, por el delito de hurto. Así lo recoge el escrito de acusación del Ministerio Fiscal que detalla lo que se llevaron antes de abandonar la casa.
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En el escrito se explica que los hechos ocurrieron en 2018 y que los acusados alquilaron la vivienda durante el fin de semana del 19 al 21 de octubre, por 1.375 euros, para celebrar varios cumpleaños. Se detalla que los acusados llegaron de manera escalonada y que, además de bebidas alcohólicas, también llevaron otras sustancias tóxicas como marihuana, cocaína o cristal.
El fiscal indica en su escrito que «con el paso de las horas y debido al etilismo, a la drogo-diversión, al bullicioso ruido que provoca la concurrencia de tanta gente y el atronador volumen del equipo de música» el alboroto fue «estrepitoso».
Detalla que «los acusados se desmadraron» y «convirtieron la casa en una basura». Explica que «acordaron que sería divertidísimo destrozar la casa» y que «la devastaron».
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El escrito de acusación recoge que, en la vivienda, abollaron las puertas utilizando objetos contundentes, arrancaron los cables y enchufes; las cortinas y las duchas y hasta arrojaron muebles al exterior, al tiempo que descorcharon las paredes y las mancharon «con sangre o pintura». También metieron camas en un cuarto de baño y restos de comida y tabaco en los armarios empotrados, llegando incluso a quemar el suelo de tarima, rajar un puf y romper numerosos muebles y cristales, así como la vajilla.
En la caseta de las herramientas rompieron la puerta de acceso y cogieron el cortacésped, con el que, en el jardín, «dibujaron un pene más bien grande y escribieron las palabras Las Casas y Eli». Todos los daños fueron valorados en casi 9.000 euros.
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EL HURTO
Por otro lado, están acusados de un delito de hurto porque, antes de marcharse de la casa y siempre según el escrito de acusación, se llevaron un equipo de sonido, una desbrozadora, tacos de billar y un juego de bolas de billar. Objetos que superan los 400 euros, por lo que se puede considerar un delito de hurto.
El escrito de acusación indica que todos son culpables porque «nadie decidió abandonar la casa» ni ninguno «intentó contactar con el dueño para explicar lo sucedido y ofrecerse a reparar este panorama desolador».
Tampoco ninguno acudió a la Guardia Civil «para que se personara allí y pusiera fin al desmadre». Es más, el escrito indica que «todos se fueron escabullendo gradualmente y los últimos en abandonar el estercolero en que habían convertido la bonita vivienda que habían alquilado dejaron las llaves en el extractor de la cocina».
«No tuvieron valor para devolverlas al encargado», sentencia.
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