
Dos victorias con mucha historia
El Albacete ha sacado poco rendimiento en sus visitas al RCD Mallorca, aunque encontramos tres victorias importantes, dos de ellas en Liga y la tercera, y última, en la promoción de la temporada 92-93, en la que el Alba peleaba por mantenerse en Primera y el Mallorca por ascender.
Hoy vamos a centrarnos en los dos partidos de liga regular en los que el Albacete se llevó la victoria, ambos disputados en el mítico y ya desaparecido Luis Sitjar. La primera se produjo en la campaña 78-79, en Tercera División, y la segunda en la primera campaña del Alba en Primera, en la 91-92.
En la temporada 78-79 ambos equipos militaban en el grupo 5 de la Tercera División. Todavía no había nacido la Segunda B. El Mallorca había vivido varios años entre Primera y Segunda, pero ahora se encontraba en una travesía en el desierto de la que le costó salir, aunque lo logró en la campaña siguiente con el ascenso a la recién creada Segunda B y en la temporada siguiente a la Segunda División, para ya no abandonar el fútbol profesional, alternando la Segunda con la Primera División hasta nuestros días. En la temporada 77-78, y después de unos años en Tercera, había ascendido a Segunda B, pero el año fue complicado, con graves problemas económicos que incluso provocaron que los jugadores se encerrasen en el vestuario exigiendo el pago de las nóminas atrasadas. El caso es que se descendió otra vez a Tercera y ese año 78-79 se echó mano de la cantera para poder sobrevivir.
El Alba también buscaba en aquellos finales de los 70 reverdecer viejos laureles tras haber caído a categorías regionales, de las que costó mucho salir. Gran trabajo de Fernando Navarro en la presidencia en unos años donde se estuvo rozando el ascenso a Segunda y finalmente se consiguió a la ya creada Segunda B en la 81-82. En esa temporada 78-79, como en la anterior y en la posterior, el Albacete acabó segundo en su grupo y se quedó sin ascenso, sólo reservado para el campeón.
El 27 de enero de 1979 el Albacete se presentaba en el Luis Sitjar de Mallorca tras nueve jornadas sin conocer la derrota y se mostró arrollador ante un Mallorca con calidad pero muy joven, con enorme alegría por la victoria para los más de un centenar de albaceteños presentes en el campo, en su mayoría residentes en la zona y que no quisieron perder la oportunidad de ver al equipo de su tierra.
El Albacete estaba entrenado por José Víctor, mientras que el Mallorca por un veterano Andrés Quetglas, que al finalizar el choque expresaba que el conjunto manchego era el mejor que había visto esa temporada en el grupo. Lo cierto es que el Alba jugó un partido muy práctico, serio en defensa y mortal al contragolpe, ya que su efectividad fue tremenda.
El Mallorca formó con: Javier, Braulio, Selu, Calero, Luis, Bauzá, Gallardo, Verdiell, Polo, Nebot y Rosselló. En el minuto 18 de la segunda parte Juanito entró por Rosselló. Por parte del Albacete jugaron: Bernardo, Picazo, Leo, Calvoecheaga, Flores, Arguisuelas, Verdú, Díaz, Aguilar, Flores García y Ciudad. En la recta final del partido entraron también Samper y Luengo.
El partido fue dirigido por Rubio Valdivieso, entonces joven árbitro de un pueblo de Valladolid que durante los años 80 y 90 fue un clásico en Segunda y Primera División. No estuvo fino en este partido, con algunos errores de bulto, como una mano de Picazo dentro del área que no penalizó, lo mismo que una fuerte patada en la boca del estómago sobre Calvoecheaga que también se quedó sin señalar. Su último error, un gol anulado en el último minuto a Flores García que habría supuesto el 1-4.
El Mallorca se adelantó en el minuto 42. Calvoecheaga se fue con todo a rematar en el área del conjunto local y recibió una patada en la boca del estómago que lo dejó sin respiración, al tiempo que chocaba la cabeza con un rival y también se hacía un pequeño corte en la frente. El bravo jugador estaba frenando con acierto cualquier acercamiento mallorquín y en los minutos en los que tuvo que ser atendido en la banda, Polo realizó un buen remate que se estrelló en el palo y Nebot aprovechó el rechace para hacer el 1-0.
Pero nada más sacar de centro, todavía en el mismo minuto 42, una buena internada de Flores con centro al área propició el gol de Flores García, que volvía a poner la igualdad en el marcador. En el minuto 70 llegó el 1-2, en un córner que bota Ciudad, con rechace del portero. El balón volvió a Ciudad, que lo puso para que Flores García parase con el pecho y a la media vuelta lanzase un potente disparo que se convertía en un auténtico golazo.
Cinco minutos después, en el 75, llegó el 1-3 en un buen contragolpe llevado por Flores García con pase para que Ciudad salve la salida del portero con un disparo cruzado y marque. El Albacete se llevaba la victoria tras un gran partido y acumulaba ya 10 jornadas sin conocer la derrota.
En la temporada 91-92 el Albacete regresó al Luis Sitjar como equipo de Primera División. Era la jornada 14, un 15 de diciembre de 1991, el equipo de Benito Floro ya había empezado a forjar la leyenda del Queso Mecánico. Tras un inicio titubeante, el conjunto manchego llegaba a Mallorca tras cosechar buenos resultados como el empate en Riazor frente al Deportivo de La Coruña o el también empate sobre el Barcelona del Dream Team en el Belmonte. Cuatro jornadas sin perder llevaba el Alba cuando llegó a Mallorca, racha que alargó hasta un total de 15 jornadas sin perder, que le valieron para subir desde la 16ª hasta la 4ª plaza.
Dos semanas antes, el Barcelona habría abierto la veda con su llegada a Albacete en un vuelo charter que aterrizó en la Base Aérea de Los Llanos. La posibilidad de organizar vuelos civiles desde la base militar hizo que Rodatour, empresa que entonces organizaba los viajes del Albacete Balompié, pidiese los permisos necesarios para que equipo y aficionados pudiera realizar el vuelo desde Albacete, lo que se consiguió con gran respuesta de los aficionados, que podían acompañar al equipo sin tener que viajar hasta Valencia o Madrid para coger el avión.
Resultó tremendamente curioso ver en los panales del aeropuerto de Mallorca el nombre de Albacete como destino de un vuelo. La comodidad, tanto para el equipo como para los aficionados, era innegable de cara a los largos desplazamientos y, sobre todo, los que había que realizar fuera de la península.
Otra nota curiosa del viaje es que la expedición del Albacete se acercó en la capital balear a conocer y saludar a una albaceteña residente en Mallorca, gran aficionada, y que tenía nada más y nada menos que 101 años. Josefa de Lucas, a través de José Fernández Ceballos, seguía de cerca la evolución del equipo de Benito Floro y en esa visita recibió algunos obsequios del club. La centenaria aficionada era la madre del coleccionista de arte popular Juan Ramírez de Lucas, quién no hacía mucho que había vendido su colección al Ayuntamiento de Albacete.
Ya en lo puramente deportivo, el Albacete Balompié llegó a Mallorca y ofreció todo un espectáculo. Se había quitado ya el peso de ser novato en la categoría y recordó al equipo que la temporada anterior jugaba con desparpajo y ambición en todos los campos. El Mallorca, aunque todavía no tan siquiera había terminado la primera vuelta, ya daba síntomas de ser un claro candidato al descenso. Incluso tras la victoria del Albacete, los dirigentes del club balear se reunieron para tratar la continuidad del técnico Lorenzo Serra Ferrer, que aguantó toda la temporada pero que no pudo evitar el descenso de categoría. En la plantilla del conjunto balear estaba varios jugadores que luego formaron parte del Albacete, como José María Sala, Esteba Fradera, Antonio Pinilla y José González, que además de jugar luego en el Alba también fue su entrenador en su segunda etapa en Primera.
El Mallorca jugó ese día con: Stelea, Sala, Sergi, Villena, Fradera, Armando, Pedraza, Koncalovic, Pinilla, Peter Méndez y Álvaro. También jugaron Vidal y Soler.
El Alba formó con: Conejo, Geli, Coco, Juárez, Oliete, Catali, Zalazar, Chesa, Julio Soler, Antonio y Menéndez. También jugaron después Corbalán y Parada.
El colegiado del encuentro fue el madrileño Sánchez Moreno, que entre otras cosas anuló un gol de Antonio por fuera de juego muy discutible. Mostró cartulina amarilla a Menéndez por el bando visitante y a Sergi y Álvaro en el local, siendo también amonestado el técnico del Mallorca, Serra Ferrer.
El Alba dominó el partido con mucha ambición y un gran juego en el centro del campo con Catali, Zalazar y Chesa en un gran momento de forma. También Antonio fue uno de los destacados y participó en la jugada del gol al hacer una buena pared con Menéndez, que penetró por la izquierda y la puso perfecta para que Julio Soler empalmara el balón a la red en el minuto 65 de partido, poniendo en ventaja a un conjunto manchego que gozó de oportunidades para haber conseguido un triunfo más holgado. Al final, 0-1 para un Albacete que estaba disfrutando del que seguramente ha sido el mejor momento de su larga historia.
