Jueves de mucho trabajo en Alcalá del Júcar, donde bomberos del SEPEI, trabajadores municipales, vecinos y voluntarios se han afanado para trabajar en que la localidad -una de las más turísticas de la provincia- pueda ir retomando la normalidad tras una riada en la cañada de Dominguillo, como no se había visto antes, que en cuestión de minutos bajó con una fuerza descomunal arrastrando a su paso vehículos estacionados y hasta un contenedor de obra de grandes dimensiones.
Desde el Ayuntamiento, que dirige el socialista Juan Pascual Muñoz, han destacado que «en colaboración con grúas y Bomberos de Diputación de Albacete, todos los vehículos arrastrados por el agua han sido retirados, tanto los que quedaron en la cañada, como los que fueron arrastrados al cauce del río». Especialmente complicado ha sido el rescate de los dos vehículos que llegaron hasta la presa, pero uno lograban retirarlo a primera hora de esta tarde y el otro algo después.
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