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VINTAGE DEL ALBA…HOY LOS ALBACETE-OVIEDO

© Jesús Moreno

Cuatro victorias consecutivas en la primera etapa en Primera División

VINTAGE DEL ALBA…HOY LOS ALBACETE-OVIEDOEl Real Oviedo ha visitado el Carlos Belmonte en 10 ocasiones y lo ha hecho en diferentes momentos, pues se han disputado partidos en Primera, Segunda, Segunda B e incluso en el play off de ascenso a Segunda. Cinco son los triunfos logrados por el Albacete, cuatro de ellos consecutivos en la primera etapa del club manchego en Primera División. El partido terminó con un empate en dos ocasiones y en tres el Oviedo se llevó la victoria.

Sin lugar a dudas los partidos que dejaron mejor recuerdo fueron aquellos enfrentamientos en la primera mitad de la década de los 90 entre el Queso Mecánico y, posiblemente, el mejor Oviedo de la historia, que participó en la Copa de la UEFA en la campaña 91-92.

Pero unos años antes se produjo la primera visita del Oviedo al Belmonte, en la campaña 85-86. Era la última jornada de Segunda División, el Albacete ya estaba matemáticamente descendido a Segunda B y el Oviedo tenía opciones de ascenso. Eran los tres primeros los que ascendían y el Murcia ya era matemáticamente primero. Para los otros dos puestos Sabadell, Mallorca, Castellón, Oviedo, Elche y Deportivo de La Coruña estaban en un punto de diferencia, los dos primeros con 44 y el resto con 43. Por ello que la sombra de los maletines hiciera acto de presencia en un Carlos Belmonte donde se aburrieron hasta las ovejas en un partido plomizo y que terminó 0-0. Al final, junto al Murcia, ascendieron Sabadell y Mallorca con 46 puntos y el Oviedo acabó octavo con 44.

La nota de animación la pusieron el medio millar de asturianos que estuvieron en el Belmonte, con gaitas incluidas. El Albacete formó con Garmendia, Gómez, Ángel, Bernal, Mario, Hernán, Catali, Silos, Antonio, Cazaurang y Luis Alonso, entrando también Isaac Serrano y Alejandro. Por el Oviedo jugaron Zubeldía, Juanito, Vilo, Eizmendi, Herrero, Muñoz, Juliá, Leiva, García Barrero, Blanco y Thompson, entrando después Joaquín y Herrera.

Con la irrupción del Alba en Primera volvieron a encontrarse en la temporada 91-92, en la que el Oviedo vivía un gran momento tras haberse clasificado la temporada anterior para disputar por primera vez y única en su historia una competición europea. Pero el cuadro carbayón se topó con el Queso Mecánico, que pareció tomarle la medida en el Belmonte, pues le derrotó durante cuatro temporadas consecutivas. En la referida 91-92, en la penúltima jornada del campeonato y con el Alba jugándose meterse en Europa, los de Benito Floro ganaron a los de Javier Irureta por 2-0, con goles de Antonio y Zalazar. El partido era emotivo porque significaba el adiós en casa (la última jornada se jugaba en el Calderón) para el portero costarricense Luis Gabelo Conejo. Un adiós que no fue tal porque regresó poco después, pero en ese momento era su despedida y el presidente Rafael Candel le entrenó la insignia de oro del club, sus compañeros le hicieron un pasillo al saltar al campo y al final acabó a hombros. En aquel Oviedo estaban míticos como Lacatus, el delantero Carlos o Antonio Rivas, que unos cuantos años después, en Segunda, terminó jugando en el Albacete.

En la campaña 92-93 se repitió el resultado, 2-0, esta vez en la jornada 36 y con el Alba tratando de evitar el descenso, aunque no pudo evitar la promoción, lo mismo que el Oviedo, que terminó quinto por la cola tras el despedido de Irureta y la llegada de Radomir Antic. Los goles fueron de Chesa y de Zalazar, en uno de sus habituales e imparables lanzamientos de falta. La anécdota del partido fue que se inauguró un nuevo marcador electrónico en el Carlos Belmonte.

Llegó la temporada 93-94, una campaña tranquila para el Albacete de Víctor Espárrago, que además endosó un contundente 5-0 al Oviedo en el partido disputado a finales de febrero de 1994. Lo curioso es que el Albacete venía de encajar un severo 5-1 en Riazor frente al Deportivo de Arsenio Iglesias y Bebeto. El brasileño marcó tres de los cinco goles gallegos. Espoleado por ese resultado, el Oviedo pagó los platos rotos, en un gran partido de otro brasileño Nilson Esidio, que logró un hat-trick, completando la goleada Dos Santos y Menéndez. No fue un buen día para el veterano guardameta asturiano Viti, que con 34 años jugaba su última temporada en el Oviedo con 15 temporadas a sus espaldas y más de 300 partidos disputados.

En la campaña 94-95, complicada para un Albacete que terminó jugando y perdiendo la promoción, se produjo el cuarto triunfo consecutivo para los manchegos, esta vez por 1-0. El tanto fue otra de Bjeliça, la tocar de cabeza un remate en semifallo de Óscar tras centro de Andonov. El Oviedo lo intentó todo, incluso con uno menos por la expulsión de Siete a un cuarto de hora del final, pero faltó acierto en los oventenses, con Prosinecki, el veterano Carlos y Oli entre sus filas.

En la última temporada del Alba en Primera en esa etapa (95-96), porque durante el verano se produjo el famoso ascenso administrativo, el Oviedo se llevó el primero de sus triunfos en el Belmonte, ya en la recta final de esa larga temporada con 22 equipos en Primera. El partido se jugó a finales de marzo de 1996, jornada 32, y el Oviedo se llevó la victoria con un gol del malogrado Dubosky en un partido de mal arbitraje de Megía Dávila con expulsiones para Coco en el bando local y Manel en el visitante y un Albacete que lo intentó de todas las maneras pero no pudo superar al poste y al guardameta Mora. En los prolegómenos se homenajeó al Club Voleibol Albacete, que acababa de ganar la Copa de la Reina en el año de su doblete.

Tras unos cuantos años Albacete y Oviedo volvieron a encontrarse en Segunda en la campaña 01-02. Con Paco Herrera en el banquillo del Alba, el partido disputado a mediados de noviembre terminó con un empate (1-1), a pesar de lo cual el conjunto manchego se quedó esa jornada acariciando los puntos de ascenso, pero iniciando un culebrón por la renovación del guardameta Valbuena. Los goles llegaron al final del partido. En el 73 marcó José Vegar para el Alba y en el 89 Geni para los ovetenses.

En la campaña 02-03, la del segundo ascenso a Primera del Alba, resultó curioso que el Oviedo ganase en el Carlos Belmonte. Los asturianos, en la jornada 17, cortaron una racha de 11 encuentros sin perder, a la que siguió después otra de 18 partidos sin encajar la derrota. Ese año el Alba sólo perdió cinco encuentros, dos en las últimas dos jornadas cuando ya era matemáticamente equipo de Primera División. El Oviedo estaba en su último año en la élite por mucho tiempo porque ese año descendió a Segunda B primero deportivamente y después a Tercera por impagos. Un duro golpe del que le ha costado muchos años recuperarse y que ahora ha conseguido en esta campaña 15-16 en la que ha regresado a la LFP. Ese año tuvo cuatro entrenadores y en Albacete se presentó con el segundo de ellos, Vicente González, tras el despido de Marigil. Además llegaba con numerosas bajas, aunque Ferrando tampoco pudo contar en ese encuentro con Munteanu, Parri, Duré y Siviero. El Alba estuvo impotente en ataque y hasta se anuló un gol a Jesús Perera por un dudoso fuera de juego. Oli, en el minuto 83, marcó un golazo con el que el Oviedo se llevaba los tres puntos (0-1) en el primer partido de 2003. La portería del Oviedo estaba defendida por un joven Jonathan López, que cuajó una gran actuación.

Una década después, en la temporada 11-12, Albacete y Oviedo estaban en el grupo I de la Segunda División B buscando el ascenso a Segunda. En la jornada 12, celebrada a principios de noviembre, el Oviedo se llevó la victoria del Carlos Belmonte (1-2). El Alba trataba de amoldarse a su nueva situación en la categoría de bronce tras el descenso y los inicios para el equipo de Antonio Gómez no estaban siendo fáciles. Con esta derrota el Alba sumaba más puntos como visitante que en el Carlos Belmonte. El Oviedo, entrenado por Pacheta, superó con claridad al Alba en la primera mitad y se hizo con una buena ventaja gracias a los goles de Manu Busto, de penalti, y Aitor Sanz. En la segunda parte hubo reacción local y el gol de David Torres, que no fue suficiente.

La última aparición del Oviedo por el Carlos Belmonte se produjo la temporada siguiente pero ya en los play off de ascenso a Segunda porque esa temporada el conjunto carbayón seguía en el grupo I mientras que el Alba había pasado al grupo II. Los manchegos ya estaban entrenados por Luis César Sampedro, sustituto de Gómez, y los asturianos también habían relevado a su entrenador, pues empezó Sarriugarte pero tras la jornada 28 estuvo José Carlos Granero. El partido, jugado a primeros de junio de 2013, lo ganó el Albacete (2-1), pero la eliminatoria fue para el Oviedo por el valor doble de los goles fuera de casa tras el 1-0 del Tartiere. El Alba fue mejor en los dos partidos que su rival, pero el fútbol sólo entiende de goles, no de merecimientos. Calle adelantó al Alba nada más comenzar la segunda parte, pero un gol de Manu Bustos instantes después resultó decisivo ya que Calle volvió a marcar en el 69 de penalti, pero no fue suficiente.

Un jovencísimo Paredes ya era capaz de aguantarle la mirada al francés Laurent Viaud.
Un jovencísimo Paredes ya era capaz de aguantarle la mirada al francés Laurent Viaud.