Muy emotivo el relato de cómo vive Letur 40 días después de la riada que se llevó por delante la vida de seis vecinos y numerosas viviendas en el casco antiguo, la cantautora María Rozalén. Ha vuelto a su Letur natal en estos días y después ha dejado en redes sociales un emotivo relato.

 

«El reloj de la torre de la Iglesia se paró aquel día. «La cueva de la intacta Virgen de la Milagrosa sigue mostrando la placa de su inauguración, exactamente un mismo 29 de octubre, pero 40 años atrás. Como si fuese la fecha elegida», recuerda Rozalén, que destaca que «la limpieza y la reconstrucción van más rápido de lo que yo imaginaba. Hay un sendero y una pasarela nueva que darán acceso por un tiempo a los vecinos. Ni en festivo descansan las máquinas, los trabajadores y voluntarios».

 

Lamenta que «sigue costando entender el paisaje bélico. Sigue doliendo. Sigue la rabia, la tristeza, la impotencia. Y por la noche reina la oscuridad y el silencio en el casco antiguo repleto de gatos…», pero confía en que «pronto llegará la luz y el agua y los evacuados podrán regresar a las casas que no estén dañadas».

 

«Ya no volverán ni las vidas ni el Letur que conocíamos… Pero pienso mucho cómo, ante la adversidad, un detalle simple puede aliviar el dolor». «He visto este fin de semana las casas más llenas que nunca. Los abrazos, las miradas y gestos de amor. Ya vuelve a sonar el agua corriendo del pilar…», relata Rozalén.

 

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«Destrozaron la calzada pero queda en pie, colgando a varios metros, la placa homenaje al maestro de música. Ha desaparecido el Charco pero se están formando playas en el río y el agua volverá a ser poco a poco cristalina. La riada se llevó el corral de mi familia pero han reaparecido paredes del antiguo castillo. Será diferente, pero SERÁ», sentencia.

 

«Mientras exista una lumbre a la que arrimarse para charlar durante horas, un buen plato de migas de harina, una canción popular, un ataque de risa, una mesa donde siempre quepa un cubierto más… Habrá motivos para levantar».

 

«Mientras no se olviden, habrá motivos para levantar»; subraya Rozalén.