Un año más, como cada primer viernes de marzo, la iglesia de Franciscanos registra largas colas de miles de devotos que acuden al besapiés al Cristo de Medinaceli. A mitad de esta tarde todavía son muchas las personas que aguardan cola y nos detallan los vecinos que hay gente desde la siete de la mañana.
La parroquia se cerrará a las doce de la medianoche pero es habitual que se respeten las colas y se deje pasar a quien estaba esperando, con lo que el año pasado se cerró finalmente pasada la una de la madrugada.
Los vecinos aprovechan para hacer sus peticiones al Cristo de Medinaceli al tiempo que rendirle tributo con este acto.