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LLEVAR A LOS ALUMNOS GITANOS A LOS INSTITUTOS, RETO EN EDUCACIÓN, TAMBIÉN EN ALBACETE

La Defensora del Pueblo ha publicado las actuaciones más relevantes llevadas a cabo en estos últimos meses y señala entre ellas que se ha iniciado una actuación, ante la Dirección General de Servicios para la Familia y la Infancia (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), para conocer las medidas llevadas a cabo para favorecer la escolarización del alumnado gitano en la enseñanza secundaria obligatoria, a partir de las conclusiones publicadas en el estudio “El alumnado gitano en Secundaria. Un estudio comparado”.

En ese estudio, en el que se incluyen encuestas a alumnos de Albacete, en el que se detalla que en Albacete hay 889 viviendas de la comunidad gitana.

El informe detalla que, por lo general, en estas viviendas –son datos generales- los progenitores tienen como máximo estudios primarios. La mayoría de personas que viven en los hogares de la muestra han alcanzado como máximo los niveles educativos primarios o secundarios obligatorios. No llegan al 2% las personas que están cursando o han finalizado algún tipo de estudio superior. Otro 2% son analfabetas.

Y sobre la situación laboral uno de los dos miembros de la pareja está desempleado. De los que trabajan, lo hacen por igual por cuenta propia o ajena, con contrato temporal o indefinido y algo más en jornada completa que parcial. Su principal ocupación es la venta ambulante.

Consideran que la enseñanza en España es buena y que tener estudios es importante y reporta beneficios por igual a las personas de ambos sexos.

Las familias que tienen algún hijo o hija con edad comprendida entre 13 y 25 años lo tuvieron matriculado en algún centro público durante el curso 2011/2012, acudieron en alguna ocasión al centro para hablar con el profesorado sobre su evolución y no lo ayudan habitualmente con las tareas escolares. Refieren además que su hijo o hija no se siente discriminado en el centro educativo por el hecho de ser de etnia gitana.

Sobre las características del alumnado objeto del estudio señalan tiene estudios primarios finalizados, se encuentra escolarizado cursando la ESO en un centro educativo de carácter público, en un 22,6% de los casos repitió curso en 2011/2012, pero por lo general lo terminó. Los chicos repiten algo menos que las chicas en ESO y finalizan el curso ligeramente más que ellas.

Algo más de la mitad de los chicos y chicas han abandonado los estudios en algún momento de su vida (ellas ligeramente más que ellos), principalmente en segundo de la ESO, a la edad de 16 años, y porque estaban cansados/as de estudiar o no les gustaba lo que estaban estudiando o por motivos familiares. Ellos para pedirse o casarse y ellas para cuidar de algún miembro de la familia.

Durante el tiempo transcurrido sin estudiar, ellas se dedican a ayudar en las tareas del hogar mientras que ellos a trabajar en el negocio familiar y a buscar empleo.

La mayoría no retoma nunca sus estudios. Quienes sí lo hacen se reincorporan al cabo de cuatro años, a la edad de 20, para realizar algún curso para personas adultas, la ESO o formación no oficial. Las chicas retoman sus estudios ligeramente más que los chicos.

Casi un cuarto de los chicos y chicas suelen faltar a clase sin motivo justificado, con un promedio de 6 días al mes. Ellas suelen ausentarse un poco más que ellos.

Los resultados obtenidos dibujan un mapa de la situación que permite contrastar con datos la hipótesis principal de partida: la posición menos favorecida de la juventud gitana respecto a la del conjunto de la población en cuanto a su nivel de educación y formación se refiere.

Efectivamente, el nivel de formación logrado por la juventud gitana dista de ser el que alcanza el conjunto de la población joven. El fracaso escolar se revela como uno de los signos claros de este problema: 64 de cada 100 jóvenes gitanos con edades comprendidas entre los 16 y 24 años no tienen la ESO, mientras que este porcentaje se reduce a 13 de cada 100 para el conjunto de la población joven. Este panorama se traduce en un patente desfase en términos formativos de la población gitana, pues la mayoría se queda estancada en la educación primaria, de forma que hay un importante número que ni si quiera consigue completar la educación obligatoria.

Por todo ello, la defensora del Pueblo quiere conocer qué medidas se van a poner en marcha para revertir esta situación.