El apagón histórico que se vivió ayer en todo el país no impidió que la Catedral de Albacete acogiera la misa funeral por la memoria del papa Francisco, que recibió sepultura este pasado sábado en Roma.
Con la luz natural que entraba por los rosetones de la Catedral y tirando de batería para el micrófono, se pudo celebrar la misa que congregó a un buen número de fieles.
Tuvo lugar a las seis de la tarde, tal y como estaba prevista y seguro que quienes acudieron aprovecharon para pedir porque volviera pronto la normalidad a la ciudad.