Por Carlos Garrido
Sexto en la tabla, a solo un punto del objetivo, el conjunto albaceteño quiere aprovechar su buen momento para firmar un final de temporada que puede ser histórico
A solo dos jornadas del final de la fase regular, el CD Huracán de Balazote se encuentra en el punto exacto donde quería estar: con vida, en plena pelea y con serias opciones de poder alcanzar el sueño del playoff de ascenso a Segunda RFEF. Sexto con 53 puntos, y a tan solo uno del quinto clasificado, el Yugo UD Socuéllamos, el conjunto albaceteño afronta las dos últimas jornadas como auténticas finales.
La dinámica del equipo invita al optimismo. Tres jornadas consecutivas sin perder —incluida una contundente victoria por 0-3 a domicilio en Azuqueca— han reforzado la moral de un vestuario que ha sabido reaccionar a tiempo. Ahora, con seis puntos en juego, cualquier paso en falso puede marcar la diferencia entre lograr el objetivo o quedarse a las puertas.
El calendario, a priori, ofrece un guiño a los de Balazote. Este domingo 4 de mayo reciben al CD Valdepeñas, rival de la zona baja ya descendido, en un partido que se antoja fundamental para llegar con opciones reales a la última jornada. Allí les espera el CD Toledo, uno de los grandes de la categoría, que podría tener aún la oportunidad de pelear por el liderato. Un cierre de máxima exigencia.
Más allá de los números, lo que ha logrado el Huracán es ilusionar a su afición en la recta final. La posibilidad de disputar un playoff que parecía una ilusión lejana en un inicio, hoy es un reto tangible. El equipo ha crecido desde la competitividad, el orden y la fe en sus posibilidades, y ahora depende de sí mismo para poner la guinda a una gran temporada.
Si el viento sigue soplando a favor, Balazote puede convertirse en uno de los grandes focos de atención del fútbol castellanomanchego en este final de curso.