Por Carlos Garrido
Nacido hace apenas un año, el Rado Pakolo Almansa ha protagonizado una temporada inolvidable en Primera Nacional. Contra todo pronóstico, el equipo se metió en la Final Four por el ascenso a Tercera FEB, ilusionando a la afición y demostrando que el baloncesto local sigue muy vivo
Pocas veces un club recién nacido logra tanto en tan poco tiempo. El Rado Pakolo Almansa, fundado hace apenas un año, ha cerrado su primer curso en Primera Nacional como un verdadero equipo revelación. Con una plantilla comprometida, una afición entregada y un cuerpo técnico que supo sacar lo mejor de cada jugador, el club ha firmado una temporada histórica al clasificarse para la Final Four, rozando el sueño del ascenso a Tercera FEB.
“En términos generales, la temporada ha sido un éxito. Se han superado todas las expectativas a nivel deportivo y social”, resume con satisfacción su entrenador Fran Sánchez, que se incorporó al proyecto a mitad de curso y ha sido clave en esta gesta.
Un equipo con alma, un club con identidad
La historia de este equipo va más allá de los números. El Rado Pakolo ha devuelto la ilusión a Almansa tras la desaparición del anterior club. “Creo que el equipo ha conseguido convencer al aficionado de que la vida continúa y que hay baloncesto del bueno en casa”, explica Sánchez. Y no solo eso: ha sido un espejo donde mirarse para los jóvenes de la cantera. “Muchos jugadores que estaban fuera o que habían dejado de jugar han vuelto con ganas, con ilusión, y han demostrado que los jugadores formados en Almansa tienen nivel para competir entre los mejores de la región”.
Un camino exigente, una respuesta ejemplar
No ha sido una temporada fácil. La liga, altamente competitiva, ha exigido el máximo a cada equipo. “Todos se han reforzado y cada partido te exigía el 100% para no perder”, relata Sánchez. A ello se sumaron largos desplazamientos —inevitables por la ubicación geográfica de Almansa— y la compatibilidad con la liga 3×3 nacional, donde varios jugadores estaban comprometidos. Pero el equipo respondió. “No pusimos excusas. Cumplimos en todos los partidos con lo que teníamos desde el inicio. Dimos la talla”, afirma el técnico con orgullo.
Y si algo ha definido al grupo ha sido su actitud. “La ilusión de los jugadores por demostrar a Almansa que aquí hay nivel, ha sido lo más positivo”, destaca Sánchez, quien también reconoce el esfuerzo de quienes tuvieron menos protagonismo en pista: “Algunos no jugaron tantos minutos, pero su compromiso y comportamiento fueron ejemplares. Han ayudado al equipo más de lo que ellos creen. Estoy muy agradecido”.
Pasión en la banda, fuerza en la grada
A nivel personal, Fran Sánchez vivió esta media temporada “con intensidad y pasión”. “Cada entrenador tiene su estilo, y el mío es así: pasional. He vivido cada minuto al máximo y me voy con la conciencia tranquila. Tomé decisiones difíciles siempre pensando en el bien del equipo”.
Pero si algo ha marcado la diferencia, ha sido el apoyo incondicional del público. “La afición ha sido la mejor de toda la liga. Han llenado el pabellón cada partido, han seguido al equipo fuera de casa y se han hecho oír. Han creído, han soñado y han hecho que este club crezca desde el primer día”, afirma emocionado.
Un futuro prometedor
Lo que ha logrado el Rado Pakolo Almansa no es solo una buena temporada: es la fundación de algo grande. Un proyecto que une a una ciudad, que recupera a sus talentos y que vuelve a poner al baloncesto almanseño en el mapa. “Estoy orgulloso de haber aportado mi granito de arena. Esto no ha hecho más que empezar”, concluye su entrenador.