Por Carlos Garrido
El conjunto tarazonero afronta su tercer proyecto consecutivo con Fran Bueno al frente, reforzado con incorporaciones de experiencia y con un objetivo claro: luchar por el ascenso en Preferente sin perder la esencia que lo hace único
El Atlético Tarazona se dispone a abrir un nuevo capítulo en su historia deportiva. Después de cerrar la pasada temporada con un meritorio séptimo puesto en el Grupo I de Primera Autonómica, el club se ha puesto manos a la obra para dar un salto adelante. Y lo hace de la mano de un cuerpo técnico que lleva el escudo grabado en la memoria desde la infancia.
“Recuerdo aquella tarde de mayo en que, reunidos con la directiva frente a la barra del Faustino Alvarruiz, nos propusieron ser los entrenadores del primer equipo”, cuenta Fran Bueno, que afronta su tercera campaña como técnico. Junto a él están sus primos Toño y Carlos, también parte del cuerpo técnico, y leyendas vivas como Pedro “El Tordo”, figura mítica del club y hoy pieza clave del proyecto.
El técnico no olvida sus raíces: “De niño pasé miles de horas jugando en ese campo de tierra, soñando con esos hombres que eran casi superhéroes. Hoy intentamos ser continuadores de ese legado, con mucho orgullo”.
Un proyecto que mezcla juventud y experiencia
Las dos últimas temporadas han servido para consolidar una base de jugadores locales y construir un grupo unido, trabajador y con hambre de crecimiento. El juvenil del club, que mantuvo la categoría en su segunda experiencia histórica en Preferente, es buena prueba de ese progreso de cantera.
Pero esta temporada el Atlético Tarazona no quiere quedarse ahí. “Hemos incorporado a cuatro jugadores de Albacete, algunos míticos de Tercera división como Perico y Josete, que nos darán el salto de calidad y la veteranía que quizá nos faltó para sentarnos en la mesa de los de arriba”, explica Bueno. Su objetivo no es solo reforzar el nivel competitivo, sino también transmitir oficio y valores a los más jóvenes: humildad, paciencia y la capacidad de afrontar tanto los malos como los buenos momentos con calma.
Una meta ambiciosa: el ascenso
El mensaje del entrenador es claro: “El objetivo es luchar por el ascenso desde el primer día. Queremos generar en el equipo y en el club una mentalidad ganadora que nos lleve al siguiente nivel”. Pero, más allá de lo deportivo, Bueno insiste en algo más profundo: “Lo importante será disfrutar del camino, aprender de cada día y no dejar de conquistarnos a nosotros mismos. Eso es, para mí, la verdadera batalla”.
El Atlético Tarazona afronta así un nuevo año cargado de esperanza. Con un campo histórico, un grupo humano comprometido y un pueblo volcado, todo apunta a que en el Faustino Alvarruiz se vivirán grandes tardes de fútbol. Y, como dice su entrenador, pase lo que pase al final, “será un gran año, estoy convencido”.