Albaceteños, albaceteñas, la ciudad está dispuesta para vivir, vibrar y emocionarnos juntos celebrando nuestra Feria de Albacete que ha perdurado en el tiempo, centenares de años, conservando su identidad y su esencia. En la época medieval surgió el fenómeno de organizar ferias y mercados por toda Europa con mucho arraigo, era la forma habitual para aprovisionarse de todo lo que se necesitaba, pero muy pocas han llegado hasta nuestros días como la nuestra. La Feria de Albacete tiene los sellos y carácter de autenticidad que le ha otorgado el paso del tiempo, como nuestra propia ciudad, Albacete.
Nació como feria comercial y de ganado y cuenta con al menos 700 años de vida como así atestiguan documentos firmados por el Infante Don Juan Manuel, fechados en 1325 y conservados en el Archivo de Valencia que son las primeras referencias documentales de nuestra Feria. Con el paso de los años se ha convertido en una Feria más viva que nunca con actividades para todos los públicos, gustos y edades, una Feria en la que cabe todo el mundo, todas las formas de vivirla, aquí todos encuentran su espacio porque los albaceteños tenemos una hospitalidad y un carácter acogedor que nos define como sociedad. No es extraño que uno de los símbolos feriales sea nuestra Puerta de Hierros, cuando la abrimos todo el mundo se siente como en su casa. El visitante se encuentra en su hogar, protegido por la Virgen de los Llanos, nuestra patrona, en cuyo honor celebramos la Feria de Albacete, declarada de Interés Turístico Internacional.
La Feria se instaló en un paraje, las Eras de Santa Catalina, y se convirtió en pura arquitectura cuando en 1783 se decidió ponerle casa con un Recinto Ferial propio que ha llegado hasta nuestros días y que cada vez utilizamos más para celebrar todo tipo de eventos. Albacete contaba entonces con apenas siete mil habitantes y gracias a ello la Feria cuenta con un conglomerado urbano único en el mundo, y un escenario privilegiado para vivir la Feria y disfrutar la vida con espacios como la Puerta de Hierros, la Capilla de la Virgen, el Paseo, los Redondeles, el Templete, los Ejidos, la Cuerda o la centenaria Plaza de Toros, en la que se celebra nuestra extraordinaria Feria Taurina que es un componente esencial de nuestras fiestas porque en ella confluyen la cultura, la tradición, la historia y la participación de la gran afición albaceteña.
Este año celebramos los cien años del proyecto del Pasaje de Lodares, una preciosa, coqueta e impresionante galería comercial, joya modernista y toda una sorpresa para quien contempla la calle más bonita de España. Y si de efemérides hablamos, cumplen 150 años de la Real Asociación de la Virgen de los Llanos y el 75 la diócesis de Albacete.
El programa que tenéis en vuestras manos es reflejo de vecindad, cultura, deporte, barrios, gastronomía, artesanía, música, folclore, ocio, toros, infancia, igualdad, inclusión… Desde el Ayuntamiento apostamos por una Feria inclusiva, diversa, abierta y participativa, que sigue creciendo con respeto a lo que somos y con ilusión por lo que queremos ser. Como alcalde, os invito a vivirla con intensidad, con responsabilidad y con orgullo. Que sepamos cuidarla tanto como ella nos cuida a nosotros, porque la Feria nos pertenece a todos, a quienes la sueñan, a quienes la trabajan, a quienes la disfrutan, incluso a los albaceteños y las albaceteñas que este año no podrán venir y a los que tenemos muy presentes en cada momento de la Feria. Mi agradecimiento más sincero a todas las personas que la hacen posible, quienes velan por la seguridad, la limpieza, la organización y para cada albaceteño y visitante que, con su presencia y entusiasmo, engrandece nuestra Feria año tras año.
Que esta Feria nos deje recuerdos que perduren en el tiempo. Que Albacete siga brillando en cada mirada y que vivamos juntos la magia irrepetible de estos días de celebración. ¡Albacete, siempre!
¡Viva la Feria de Albacete!
¡Viva la Virgen de Los Llanos!
¡Viva Albacete!
¡Viva España!
Manuel Serrano López
Alcalde de Albacete