El Gobierno central quiere que se lea más en los colegios, que se recuperen hábitos de lectura en los centros y aporta datos de la edición 2017 del informe La lectura en España, confeccionado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), detallando que el tiempo de lectura debe ser compatible con el que se consagra en los últimos años al ejercicio físico y otras actividades.
Además, pone de relieve los 300 círculos de lectura que hay en Albacete, como aparece en una información del diario El Mundo.
Así, el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, abogó ayer por «incrementar el tiempo de lectura en los colegios», o de recuperar el que existía en tiempos pasados en las etapas iniciales de la educación, sin que ello suponga -aclaró- la creación de una asignatura específica dedicada a tal fin.
El informe de 2017 de la FGEE, presentado en la Biblioteca Nacional, establece que cuatro de cada 10 españoles no abren nunca un libro y que, al mismo tiempo, aumenta en nuestro país el número de «lectores frecuentes», categoría que agrupa a todos aquellos que leen «todos los días o una o dos veces por semana», de acuerdo con la metodología empleada.
José Antonio Millán, coordinador del estudio, destacó las líneas básicas del sector después del tsunami de la crisis: crece la oferta editorial, el número de bibliotecas mengua -como la inversión por habitante-, las librerías se metamorfosean para sobrevivir, las redes arrasan como modelos de recomendación de lectura y, por último, eclosionan en España los clubes de lectura. Albacete asombra a este respecto con más de 300 de estos círculos literarios.
Millán considera urgente la acción ministerial en fomento de la lectura en las etapas educativas, el apoyo a las bibliotecas y la colaboración con las empresas tecnológicas, que disponen hoy por hoy del privilegio de poder observar y estudiar el hábito de leer desde dentro.
El director ejecutivo de la FGEE, Antonio Mª Ávila, facilitó el perfil del lector en España. Es fundamentalmente mujer, tiene entre 20 y 55 años, posee estudios universitarios y vive en grandes ciudades; quienes menos leen son los habitantes de zonas rurales de mayor edad.