Con la crisis económica lo de heredar se ha convertido en muchos casos en un regalo envenenado. Tanto es así que en Castilla-La Mancha en general, y Albacete en particular, se ha triplicado el número de casos que renuncian a heredar. Si antes del estallido de la crisis, en 2017, se renunciaba a un 3,4% de las herencias, el año pasado, en la región, se renunció al 11,4%, según los datos cel Colegio de Notarios.
En Castilla-La Mancha, en 2016 se renunció a 1.300 herencias, frente a las 398 que se rechazaron en 2017.
Además, en Castilla-La Mancha, el impuesto de Sucesiones y Donaciones hace que sea más difícl heredar por el gasto que puede conllevar.
En otras regiones, como Galicia, por ejemplo, hay bonificaciones fiscales si el reparto de la herencia se hace todavía en vida de la persona.
A nivel general, los españoles rechazaron a un total de 38.791 herencias en 2016, según los datos de cierre de ejercicio publicados por el Consejo General del Notariado. Esta cifra supone un 3% más que en 2015 y hasta un 67% más que en 2012, en los peores momentos de la crisis.
