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Gran “Pescadero” y excelso Perera

Pablo Hermoso de Mendoza

El caballero rejoneador no pudo reeditar pasados triunfos en la plaza de toros de Albacete.  Los toros de Hermanos Sampedro no ayudaron, ni mucho menos. Sólo podemos anotar que Hermoso cortó una oreja en el cuarto porque hizo lo suyo y lo del reglamentariamente despuntado animal. Una pena que monturas como  “Manolete”, “Viriato” o “Pirata” hicieran el viaje al Nueva York de la Mancha para nada. ¿Quizás la ausencia de competencia directa –léase Ventura- hiciera que Pablo estuviese más relajado de lo que se le supone? Posibles sin respuesta…

“El Juli”

Poderoso, mandando, alargando los muletazos… Las virtudes de Julián López quedaron más que patentes en el coso de la calle Feria. En su primero de Daniel Ruiz, segundo de la tarde, “El Juli” tuvo un inicio y final de faena muy interesante, bajando la intensidad en la parte media de la labor muletera. En el ocaso del exigente cornúpeta, el madrileño mostró una firmeza y serenidad apabullante. Anotamos que en diversos pasajes toreó despegado, lo que resta pureza al toreo, intenso por otra parte. La oreja, ganada a pulso.

En el quinto, “El Juli” desplegó un toreo de mano baja que, unido a la franca humillación del astado, derivó en unos pasajes al natural de altas cotas. Lástima que el toro de Daniel acusara tanta exigencia y se terminara pronto. Por la derecha, el toro dijo “nones”. Cortó una oreja, con la consiguiente salida a hombros, pese a que el puntillero levantar al bicorne hasta en dos ocasiones. Nos quedamos con una versión de Julián López más que notable aunque un episodio de reflexión nos invita a pensar que no se vio la dimensión completa de “El Juli”. Se quedan cosas en el tintero que anhelamos ver en su otra comparecencia el 17 de septiembre.

Miguel Ángel Perera

Le vimos muy animoso y variado con el capote en su primero, tercero de la tarde. La ausencia de ese tranco final del muletazo provocó que los pases no terminaran de tener ese remate que finaliza el lance. Quizás no terminó de sacarle todo el jugo que poseía ese toro. Pese a ello, el pacense cortó una oreja de voluntad y ganas. Ya saben que Perera siempre cumple en Albacete, y ayer no iba a ser la excepción. La ejecución de la suerte suprema, con pinchazo y estocada algo defectuosa, quizás rebaje la nota final de todo lo anteriormente citado.

Y en el que cerraba plaza se fraguó el indulto del toro “Pescadero”, lo que dará para ríos y ríos de tinta así como para arduos debates durante el largo invierno. Y de lo que queda de Feria, no lo duden.  Miguel Ángel ya capoteó con unas gaoneras ajustadísimas que gustaron sobremanera. En cuanto a la muleta, inició impertérrito el trasteo, templando al toro, midiendo los tiempos, y luciéndolo a más no poder. Torero y toro se vinieron arriba, el público se dejó llevar y desembocó todo en indultó. Ya decíamos ayer que cuando la emotividad aflora, la calma y sosiego para enjuiciar lo que se ve pasan a un segundo plano…