Este mediodía la noticia del cese de la hasta hoy directora provincial de Fomento, Amparo Torres, llegaba a las redacciones de los medios y ‘off the record’ y de forma interesada, fuentes cercanas al propio delegado de la Junta, Pedro Antonio Ruiz Santos, apuntaban a dejación de funciones de Torres en la actuación con el desprendimiento de roca de Alcalá del Júcar de la semana pasada.
En una ‘guerra’ en el PSOE que ni un propio guión del mismísimo Cuerda hubiera superado, le achacaban haber actuado mal nada más que en su pueblo. Quizás debieron obviar que es natural de aquí. Hasta la zona donde tuvo lugar el desprendimiento, se desplazó nada más conocer los hechos Torres y el alcalde de esta localidad, Pedro Antonio González, le agradecía públicamente tanto a ella como al resto del Gobierno regional la preocupación y rapidez de las actuaciones.
Quizás el problema que no está resuelto en Alcalá del Júcar con las piedras lo han confundido con el derrumbe que tuvo lugar hace ahora casi un año, en el que el propio Emiliano García-Page prometió ayudas ‘sobre el terreno’ al día siguiente de los hechos y de las que por ahora no se sabe mucho más que unos pocos titulares en la prensa. Pero esas rocas no eran competencia de Fomento.
Tras las fuertes críticas y el enfado en las redes sociales de muchos militantes y simpatizantes del PSOE que creen lamentable que Torres diera ayer su apoyo público a Santiago Cabañero para optar a liderar el PSOE en Albacete y hoy haya sido cesada, la Consejería de Fomento ha emitido otro comunicado entonando el ‘mea culpa’ con el cese y diciendo que la decisión les compete solamente a ellos.
Pero a estas alturas de la película pocos son ya los que no ven en lo que ha sido el tema del día en los mentideros políticos que la batalla en el PSOE por las primarias se está librando ya y que por mucho que los afines a Page vendieran unidad y consenso van a por todas con todas las armas.
