«Durante el transcurso del partido ha habido dos repeticiones de dos jugadas en el videomarcador del estadio, siendo advertido el delegado de campo por este hecho, no habiendo ninguna repetición más el resto del encuentro». Escribía el árbitro en el acta de Estrada Fernández del Levante-Athletic. En los campos se pueden reproducir las imágenes de LaLiga de los encuentros, pero no ofrecer repeticiones de las acciones, precisamente, lo que sucedió en el Ciutat de València, como recoge Marca.
Se da la circunstancia de que el Levante nos hizo algo parecido, en diciembre de 2004.
A falta de poco más de diez minutos para el final del partido entre el Levante y el Albacete (1-1), un pequeño mensaje en el videomarcador del estadio Ciutat de València levantó a los casi 17.000 aficionados de sus asientos. «El gol de Reggi ha sido gol», decía el texto, para sorpresa general, en el tablero electrónico. Se refería a un tanto fantasma del Levante (m. 57) que el árbitro, el madrileño Carlos Megía Dávila, no concedió. La jugada supuso la posterior expulsión del técnico levantinista, el alemán Bernd Schuster, y su segundo, Manolo Ruiz, por protestar contra esa decisión. La afición tomó enseguida la palabra. «¡Ha sido gol! ¡Ha sido gol!», coreó todo el graderío en un ambiente muy cargado contra el colegiado.