Lo cuenta este miércoles el periodista Josechu Guillamón en La Tribuna de Albacete: el Seco, condenado por asesinato de tres personas y que quedó en libertad por la doctrina Parot, vuelve a estar en la cárcel, después de que este puente amenazara con un cuchillo a una mujer en la ciudad, al presuntamente introducirse además en el vehículo de ella.
Pedro Antonio Seco Martínez, alías El Seco, que quedó en libertad en noviembre de 2013 al anularse la doctrina Parot y reingresó un mes después en prisión por forzar un vehículo, mientras que en agosto de 2014 salía de la cárcel tras cumplir la pena de siete meses a la que fue condenado.
En 2013 fue excarcelado en aplicación de la anulación de la doctrina Parot, tras haber permanecido 20 años encarcelado.
Fue condenado a 90 años de prisión por asesinar a tres personas a principios de la década de los 90 y salió en libertad el pasado 14 de noviembre de 2013 de la cárcel Ocaña II (Toledo).
Apenas un mes después de su salida de prisión, el 26 de diciembre de 2013, fue detenido en Villarrobledo por intentar forzar un vehículo que estaba aparcado en la vía pública y condenado, en un juicio rápido, a la pena de siete meses y tres días.
En Villarrobledo, su localidad, no pueden olvidar los tres crímenes que cometió hace más de dos décadas.
La primera víctima fue Pedro José Moreno, un marmolista de 33 años, con quien se cruzó al salir de una discoteca el 23 de junio de 1991, al que apuñaló y le aplastó la cabeza.
Seis meses después mató a José Ballesteros, un albañil de 23 años, cuyo cadáver apareció en similares circunstancias y dos años más tarde, en septiembre de 1993, asesinó Juan Segundo López, un taxista de 42 años, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en un descampado con numerosas puñaladas.
Las investigaciones de la Guardia Civil lograron identificar y detener al asesino días después. Fue entonces cuando El Seco confesó que dos años antes había matado a otras dos personas.
Durante el juicio, celebrado en 1997, los forenses que comparecieron lo definieron como «psicópata sin sentimientos». Fue condenado a 90 años de cárcel pero en noviembre de 2010 pudo salir en libertad gracias a los beneficios penitenciarios que establecía en antiguo Código Penal.