
Toyota ha actualizado el Land Cruiser, que ha presentado en Toledo y con el que la marca ha conseguido que su clásico todocamino se convierta en un modelo a la vanguardia en cuanto a seguridad, tecnología y conectividad, mantiendo las características que le han hecho triunfar en sus 65 años de historia.
Las principales mejoras pasan por la durabilidad y la fiabilidad, dos características que han marcado diferencias en la trayectoria modelo, junto a una mejora de la calidad en sus materiales y la esencia off road de un 4×4.
Sus argumentos pasan por un diseño exterior más moderno y robusto, un habitáculo de mayor calidad, más moderno y confortable, y unas mejores capacidades dinámicasmdentro y fuera de la carretera.
El nuevo Land Cruiser se mueve con un motor turbodiésel 2.8 D-4D de 130 kW/177 CV DIN, que puede elegirse tanto con caja de cambios manual de seis velocidades como con transmisión automática de seis marchas. Ofrece un consumo medio homologado de 7,4 l/100 km, 175 km/h de velocidad máxima y aceleración 0-100 km/h en 12,1 segundos.
Cuenta con un Sistema de Selección Multiterreno con un nuevo modo Auto, que se activa automáticamente con la función de Sistema de Avance Activo de cinco velocidades diferentes.
Incluye Toyota Safety Sense, el conjunto de tecnologías de seguridad activa y ayuda a la conducción de la marca.
Exteriormente se ha renovado todo el frontal, incluyendo faros y pilotos, así como la oferta de llantas de aleación, potenciando su imagen robusta. El interior ha sido mejorado incrementando la funcionalidad y el confort.
La gama Land Cruiser 2018 incluye dos tipos de carrocería, de tres y cinco puertas, y cinco niveles de equipamiento, dos más enfocados a profesionales y flotas —NX y GX— y tres destinados a cliente particular —VX, VXL y LIMITED—.
