Un total de 874 parejas se divorciaron en la provincia de Albacete en 2017, lo que supone una media de 2,3 divorcios cada día, según los datos que acaba de hacer públicos el Consejo General del Poder Judicial.
En 2016 fueron 820 los matrimonios que se divorciaron, con lo cual en Albacete la cifra sí va al alza, al contrario de lo que ocurre en la tendencia regional.
El descenso afectó tanto al número de demandas de divorcio –un total de 4.399, lo que representa un 5,1 % menos que el año anterior- como al de demandas de separación, 229, una disminución del 10,2 % respecto a 2016.
Del total de demandas de divorcio presentadas en 2017, 2.456 fueron consensuadas, con un leve aumento interanual del 0,3 %; y 1.943 contenciosas, un 11,2 % menos que el año anterior.
En cuando a las demandas de separación, 149 de las presentadas fueron de mutuo acuerdo –un 14,9 % menos que en 2016- y 70 no consensuadas, lo que supone una disminución interanual del 12,5 %.
Además, en 2017 se registraron en Castilla-La Mancha 8 demandas de nulidad matrimonial, frente a las 6 del año anterior.
Datos del cuarto trimestre de 2017
Entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre del año pasado se presentaron en los juzgados de la región 1.247 demandas de disolución matrimonial, un 9,6 por ciento menos que en el mismo periodo de 2016.
De ellas, 1.181 fueron demandas de divorcio: 662 de mutuo acuerdo, lo que supone un 3,5 % menos que en el cuarto trimestre del año anterior; y 519 no consensuadas, con un descenso interanual del 17,1 por ciento.
Las demandas de separación registradas en el cuarto trimestre en Castilla-La Mancha fueron 66, de las que 39 eran consensuadas –lo que representa un descenso interanual del 13,3 %- y las otras 27 contenciosas, un 17,4 % más que en el mismo periodo de 2016.
En el cuarto trimestre de 2017 se presentaron en la región 2 demandas de nulidad.
Poniendo en relación las demandas de disolución matrimonial del total del año con la población a 1 de enero de 2017, se observa que en Castilla-La Mancha el número de demandas de disolución por cada 10.000 habitantes se sitúa en 22,7.
