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Sánchez y Rajoy arrancan la ‘precampaña’ en Albacete… ¿qué error cometen en común?

Casualidades o no, lo cierto es que tanto el PP como el PSOE han puesto hoy a Albacete en el foco de la información nacional. Este jueves por la mañana era el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el que visitaba la ciudad y esta tarde lo hacía el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

Ambos han aprovechado para los ‘tiras y afloja’ propios de la política. Rajoy ha venido a visitar una autovía, la A-32, que lleva años de retraso –cierto es que por parte de gobiernos de uno y otro color- y Sánchez le ha dicho después que es “inoperante” en esta vía y que la acabará el PSOE.

Los dos actos tenían otra coincidencia: han servido para ensalzar el papel de sus representantes en Albacete.

El alcalde de Albacete, Manuel Serrano, que se lo pintó difícil a los sindicatos y el delegado de la Junta, Pedro Antonio Ruiz Santos, cuando les dijo con un ‘golpe maestro’ yo me concentro contra Rajoy por la A-32 pero luego vosotros lo hacéis contra Page por la de Cuenca, le ha dicho a su ‘superior’ delante de todos que para él primero están los intereses de Albacete y luego ya los demás… es decir los de partido.

Y en el PSOE el acto ha servido para que Santiago Cabañero, al que algunas voces reprochan que no haya hecho por ejemplo en Diputación la ‘limpia’ que sí habrían hecho con él de perder las primarias –de hecho las ganó y también le han organizado alguna-, demuestre que Sánchez viene a Albacete siempre que puede.

Eso sí, al PSOE le ha faltado arriesgar en reservar el Paraninfo porque el salón habilitado se ha quedado pequeño. Quizás tenían miedo a las comparaciones porque Sánchez ‘reventó’ el Paraninfo cuando vino como candidato a las Primarias y han enlatado a los cientos de militantes anónimos que han apoyado al PSOE en Albacete.

Y el error garrafal de ambos ha sido esa costumbre que impera ahora de querer tener calculado al milímetro el trabajo de los fotógrafos y reservar el mejor espacio para sus cámaras de partido.

En el acto de Rajoy así ha sido y la responsable de protocolo del acto de Sánchez, venida desde Madrid, instaba a los fotógrafos de Albacete a abandonar el escenario para dejar el espacio a su cámara; desconocemos si es que prefiere que el resto de medios ofrezcan malas imágenes de su jefe teniendo que trabajar desde un ángulo peor.

En el acto de Rajoy, por ejemplo, nos comentan los compañeros que han acudido que los fotógrafos oficiales tenían mejor posición y, encima, se ponían en medio.

Qué añoranza de aquellos años en que los gabinetes de prensa no se habían extendido como la pólvora. Entonces, también trataban de controlarlo todo las altas esferas, pero al menos por los actos podías moverte buscando la mejor foto.