En la serie ‘Vintages del Alba’ nos vamos a quedar hoy con el partido que Albacete y Barcelona B disputaron en la jornada 38 de la temporada 1998-99 que finalizó con un rotundo 3-0 y que sirvió al equipo manchego para dar un paso casi definitivo para la permanencia ante un Barcelona B cargado de futuras figuras, pero que terminó descendiendo a Segunda B.
El partido se jugó el 23 de mayo de 1999 en un Carlos Belmonte con una magnífica entrada. Estaba en juego la permanencia y acudieron 12.000 almas para animar a un Alba que en la jornada 34 decidió destituir al italiano Maifredi y dejar el equipo en manos de Julián Rubio, que había regresado al club meses antes como director deportivo.
Con Rubio la situación había mejorado. Dos empates y una victoria habían sumado puntos importantes para alejar al equipo de la zona de peligro. Antes de enfrentarse al Barcelona B el Albacete era 15º con 44 puntos, a sólo tres de la zona de descenso que precisamente marcaba el filial azulgrana con 41. Entre medias estaban el Logroñés, el Leganés y el Mallorca B.
El partido pues era clave para la permanencia y así lo entendieron los aficionados. El Barcelona B había ascendido el verano anterior y presentaba un filial cargado de figuras. José María Gonzalvo, que estuvo varias campañas dirigiendo al equipo, utilizó muchos jugadores esa campaña, ya que la cantera del Barcelona B era entonces un auténtico vivero de futuras figuras. Hasta 30 jugadores disputaron algún minuto, muchos de ellos con 18 y 19 años. De ellos, hasta 17 llegaron después a jugar en Primera, algunos durante muchos años. Dos de ellos fueron homenajeados en el partido en el Belmonte, ya que unas semanas antes se habían proclamado campeones del Mundo Sub-20 en Nigeria. Fueron Xavi Hernández y Gabri. En esa plantilla también estaba Carles Puyol, los porteros Felip y Arnau, Mario Rosas, Luis Garcia (que llegó a jugar en el Liverpool), Jofre, Marc Bernaus, Óscar Álvarez, Cuadrado, Babandiga, Moha y algunos que luego llegaron a vestir la camiseta del Albacete, como Jordi Ferrón, Antonio Hidalgo y Sergio Santamaría.
En la expedición del Barcelona B acompañaba a su cuadro técnico Ronald Koeman. El holandés, ya retirado como jugador, formaba parte del equipo técnico de Louis van Gaal y era el enlace entre el primer equipo y el filial, así que estuvo en el Belmonte y presenció el partido desde el palco del Estadio.
Julián Rubio formó esa tarde con: Julio Iglesias, Chavo Díaz, Juanlu, Rivas, Padilla, Juli, Tito, Luque, Jesús Muñoz y Vulevic. También jugaron Melgar, Leandro y Zalazar.
En el Barcelona B, Gonzalvo jugó con Felip, Puyol, Cuadrado, Ferrón, Xavi, Mario, Jofre, Marc, Miguel Ángel, Gabri y Nakor. También jugaron Rubio, Caballero y Babandiga.
El colegiado del encuentro fue el madrileño Fernández Hinojosa, que tuvo una actuación aceptable, con un único lunar, un gol anulado a Luque en el minuto 30 sin explicación. Posiblemente fue por un fuera de juego posicional de Chavo Díaz, pero ni el asistente levantó la bandera. Hubo cartulina amarilla para Juanlu, Tito y Jesús Muñoz en el Alba y para Marc, Miguel Ángel y Gabri en el Barcelona B.
El partido fue vistoso, sobre todo por parte de un Albacete que posiblemente realizó su mejor encuentro de la temporada en el Belmonte. Rubio dio salida en el equipo titular al uruguayo Chavo Díaz, lateral derecho llegado en el mercado invernal y que había participado poco, con lo que así adelantó la posición del canterano Juli, que realizó un encuentro soberbio. En punta dejó sólo a Vulevic, dando salida a otro canterano, Jesús Muñoz, que con 22 años se había consolidado en la primera plantilla.
El Albacete, que había ofrecido tardes aciagas con Maifredi en el banquillo, se transformó con Rubio. Bajo su batuta el Alba vivió después unas temporadas tranquilas, más cerca de la parte alta que de la baja y sembrando lo que luego daría sus frutos con el ascenso a Primera en 2003. Frente al filial del Barcelona se pudo ver a un Albacete muy bien posicionado en el terreno de juego, sin fisuras en su defensa y con creatividad en su centro del campo. Si a esto unimos el acierto de cara a la portería contraria todo se traduce en el 3-0 con el que terminó el partido, con la afición entregada y haciendo la ola. El Barcelona B ofrecía destellos de calidad cuando tenía la pelota, pero se mostraba frágil y quebradizo sin el balón. Toda vez que el Alba controló el tempo del partido con un gran centro del campo, poco pudieron hacer los Puyol, Xavi, Gabri y compañía.
A los 15 minutos llego el 1-0 en un centro de Juli con el exterior de pie que remató al fondo de las mallas Vulevic. A la media hora llegó el gol anulado al Luque y con esa mínima ventaja se llegó al descanso. Al poco de comenzar el segundo tiempo, concretamente en el minuto 53, Tito marcó un golazo desde 30 metros ayudado por un Felip poco afortunado. Ya en la recta final del choque, con un Zalazar reverdeciendo viejos laureles, el hispano-uruguayo puso un buen centro para que Leandro cerrase la cuenta con el 3-0.
Imágenes
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Afición
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