El míster del Albacete Balompié, Enrique Martín, valoraba tras el partido que “el 747, después de unas turbulencias en los dos últimos meses, imprevistas, al fin ha aterrizado en esta categoría, que es un lujo”.
“Hay una cosa curiosa, de los cuatro que subieron el año pasado, el Albacete es el único que ha mantenido la categoría, con mucho trabajo, porque en Segunda hace tiempo quien se gastaba dinero optaba a puestos altos, hoy en día simplemente hay que gastarse dinero para permanecer”.
“El nivel ha subido mucho y mantenerse, hablando mal, cuesta un huevo”. “Hemos tenido un poquito de inquietud y hemos llegado aquí por nuestros propios méritos y por un trayecto muy interesante, aunque en estos dos meses no hemos estado acertados”.
“Es un lujo permanecer entre los 40 principales”.
“En el 90 me decían desde el banquillo tranquilo que ya está pero yo quería ganar este partido, que no ha podido ser, pero han competido muy bien”.
“Es un premio para todos los aficionados, el club, el dueño, que era importante mantenerse de cara a ir asentando al equipo y es un éxito para disfrutarlo todos”.
De si fuera su último paso del Alba por el entrenador con qué se quedaba, valoraba que “con todo, lo que me ha pasado a mí en Albacete este año ha sido espectacular”. “El Albacete fue el culpable de que tuviera una despedida en Pamplona como jamás la ha tenido ningún futbolista ni ningún míster de Osasuna en la vida”.
“Luego ya la ciudad, la provincia, su gente… el primer llanto no lo conseguisteis porque vine alegre, pero cuando me vaya, que no sé cuándo será seguro que me voy llorando por el trato”.
