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Dura radiografía de la pobreza en la región, también en Albacete

Una de cada cuatro pensiones en Castilla-La Mancha, también en Albacete, en concreto el 24,6%, tiene un importe que se sitúa por debajo del umbral del pobreza, mientras que un 33% de las pensiones de viudedad, que en su mayoría son percibidas por mujeres, tampoco supera ese nivel. Y el 4,4% de la población residente en esta autonomía, en concreto 90.000 personas, vive en condiciones de privación material severa, es decir, no puede hacer frente a la mitad de bienes o servicios de consumo básico definidos a nivel europeo, una reducción en 3,2 puntos respecto al año pasado.

Es una de las advertencias que lanza la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN), que advierte que el índice de riesgo de pobreza y exclusión social de referencia de la UE (Arope) ha disminuido cuatro puntos en 2017 en la región al pasar del 37,9% al 33,9%, hasta las 680.000 personas, aunque la región registra la quinta tasa más elevada de las autonomías tras Extremadura, Canarias, Andalucía y Murcia.

Hasta 90.591 de las 368.822 pensiones que están reconocidas en la comunidad están por debajo del umbral de la pobreza, situado en 609 euros mensuales, una situación que se agudiza en las pensiones de viudedad, dado que un tercio de ellas se sitúa por debajo de ese umbral y afecta, sobre todo, a las mujeres.

En 2017, la tasa de riesgo de pobreza en Castilla-La Mancha fue del 28,1%, lo que supone 6,5 puntos porcentuales por encima de la media nacional y la quinta más alta de todas las regiones. 

Además, estos datos suponen que Castilla-La Mancha tiene unas 570.000 personas en riesgo de pobreza, de las cuales casi 300.000 son mujeres.

La renta media por unidad de consumo es de 13.604 euros, un 17% inferior a la media nacional y se mantiene como la cuarta más baja de todas las regiones después de Extremadura, Canarias y Murcia mientras que el 53,2% de la población tiene ingresos por unidad de consumo inferiores a los mil euros mensuales.

Además, un 37,1% de los castellano-manchegos no pueden permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año, un 38,6% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos, un 11,5% no puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada y un 4,6% no pueden permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días.