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Victoria para seguir soñando (2-3)

El Albacete Balompié se medía al Rayo Majadahonda, equipo en zona de descenso que se jugaba la vida, en el Cerro del Espino, donde se han dado cita unos 400 espectadores blancos. 

Y los de Ramis lograron una sufrida victoria en un encuentro que empezó con goleada. Los albaceteños iban 0-3 a la media hora de juego pero se complicaron la vida demasiado, especialmente en la segunda mitad, de dominio local, donde el Majadahonda pudo firamar el empate.

Manaj era el primero en abrir la lata y adelantó al conjunto de Ramis, en el minuto 5. El jugador, que volvía al 11 titular, reivindicó su sitio en el equipo.

Empezaba ganando el conjunto de Ramis, pero cierto es que antes la tuvo el ex del Alba Héctor Hernández, aunque por suerte no acertó a disparar.

Tras el 1-0 la volvió a tener el canario que obligó a Tomeu a hacer un paradón.

En el minuto 10, Zozulia, de cabeza y a centro de Tejero, ampliaba la ventaja en el marcador al 0-2.

Y en el 29, de nuevo Zozulia, tras un saque de esquina de Eugeni, hacía el 0-3. La afición del Alba casi festejaba la victoria y esperaba el cuarto, pero ese gol no llegaría y lo que sí estuvo cerca de llegar fue el empate local.

En el 42, aparecía Manu Del Moral para hacer el 1-3 que volvía a meter a los locales en el partido.

El encuentro se iba 1-3 al descanso en el Cerro del Espino.

Tras la reanudación salió mejor el Majadahonda y en el 52 llegó el gol de Óscar que suponía el 2-3. Cerca estuvieron después de hacer el 3-3, Héctor tuvo una clara ocasión, suerte que la mandó fuera.

En el 58, Ramis hizo el primer cambio y dio entrada a Ramis por Manaj. En el 67, sería Susaeta el que entrase por Bela. El Majadahonda no debaja de buscar el empate.

Eugeni vería la quinta amarilla y no podrá estar en el partido frente al Granada.

En el 76 la tenia Zozulia, pero Basilio la sacó bajo palos y, al rechace, Barri la mandó fuera.

Ramis daba entrada a Malsa por Febas, en el 82. Y muy cerca estuvo Héctor Hernández de hacer el 3-3 en el 85, suerte que su disparo se chocó con el larguero de la portería de Tomeu.

El conjunto local no dejaba de buscar el empate pero no llegó y el Alba, junto a cientos de aficionados, fue una fiesta conscientes de la importancia de la victoria para seguir soñando con el ascenso directo.

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