Ferrovial se ha adjudicado el contrato de mantenimiento de tres de las nueve autopistas de peaje que ‘rescató’ el Gobierno, una tarea que acometerá durante un periodo de tres años y un importe de 26,2 millones de euros.
La compañía se encargará de la R-3 y la R-5, las radiales que unen Madrid con Arganda y Navalcarnero, respectivamente, y de la AP-41 Madrid-Toledo, según el Ministerio de Fomento.
Asimismo, el grupo conformado por CHM Obras e Infraestructuras, Reynober y Construcciones Rubau se encargará de realizar estos trabajos en la AP-36 Ocaña-La Roda por 13,22 millones, mientras que el consorcio compuesto por Aquaterra y Napal asumirá los del tramo de la AP-7 entre Cartagena y Vera por 7,48 millones.
Los contratos contemplan los trabajos para mantener las vías en óptimo estado para la circulación, así como en atender a sus instalaciones de energía y señalización, además de realizar labores de vigilancia y atención a accidentes.
Con la adjudicación de estos dos contratos, el Ministerio completa la selección de empresas que se encargarán del mantenimiento del total de nueve autopistas que quebraron durante la crisis y actualmente gestiona este Departamento, toda vez que ya adjudicó el pasado mes de junio los contratos del resto.
Las vías suman una longitud de 700 kilómetros, a los que es preciso sumar otros 200 de las vías libres de peaje que tienen asociadas, entre ellas la M-50 de Madrid.
Tras culminar la contratación del mantenimiento de estas vías, este miércoles Fomento lanzó el concurso del contrato de suministro de electricidad al conjunto de toda ellas, estimado en 8,76 millones de euros.
Estas autopistas están experimentando un continuo aumento del tráfico impulsado por la rebaja del precio del peaje del 30% que se aprobó hace casi un año, que además es gratuito durante la noche.