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Sólo pedimos una muerte digna (2-0)

En la previa en Málaga pedíamos un motivo para creer, ahora ya solamente una muerte digna y es que pensamos en la temporada 2010-2011, entonces el equipo dirigido en las últimas jornadas por Mario Simón, actual técnico del filial, y no queremos padecer algo similar, un año en el que las últimas jornadas fueron una desidia total. Ves el partido de hoy en Málaga y recuerdas el partido de casi toda esta temporada del Albacete: te pones a analizar e incluso merecimos conseguir algo más que el Málaga, pero la realidad es que los equipos, sólo se basan, cuando juegan contra nosotros, en esperar nuestros errores, que siempre llegan.
 
La incorporación de Javi Jiménez fue la novedad en un once al que volvían juntos Ortuño y Zozulia. Tener que meter a Javi Jiménez como central, que no ha jugado ahí nunca, deja en mal lugar a Alberto Benito, que estaba en ese lugar. Y quizás lo de no querer poner a Arroyo es un tema de renovaciones automáticas. La jornada empezaba ya mal, con la indisposición de última hora de Tomeu Nadal, que se caía del once y tenía que entrar en su lugar Bernabé.
 
En la primera mitad el Alba jugó más, estuvo más en el campo rival, cierto es que sin ocasiones claras, pero a la mínima llegó el gol, donde Boyomo se queda enganchado en el fuera de juego, a la salida de un córner, y propicia que Rahmani solamente tiene que empujar. El gol fue la puntilla a un equipo que tenía la moral muy frágil.
 
A los seis minutos, llegó el primer acercamiento del Málaga con peligro, con un cabezazo de Rahmani, aunque el balón salió fuera. Y Juan Soriano detuvo el disparo de media espuela de Zozulia, a cabezazo de Dani Torres, en el minuto 18. Estaba bien el Albacete, pero en el 22 llegaba el gol de Rahmani. En el 26, en una jugada ensayada del Alba, Ortuño creó peligro sobre la portería rival, pero Juan Soriano la sacó con los pies. Era el minuto 28.
 
Eddy Silvestre, por protestar, veía la amarilla en el 33 y el encuentro se iba 1-0 al descanso y volvía de vestuarios sin cambios.
 
En la segunda mitad, el claro ejemplo de lo que venimos diciendo. Pierde el balón Álvaro Jiménez, que se cree que tenía un crucero para entrar a placer al área, y no mira a sus lados, donde Ortuño entraba solo. Los centrales, ya conociéndolo, le cierran, se la roban y Cristian mete un pase de 40 metros a la espalda de Fran García a Caye para que se la deje a la entrada de Jairo, que supera en velocidad a los dos centrales del Alba y llega solo para rematar en la portería de Bernabé.
 
A partir de aquí fue un ver correr los minutos, porque ni el Alba tenía fuerzas para levantar el marcador, ni el Málaga quería hacernos más daño.

Con el 2-0, el técnico del Alba hacía entonces su primer cambio y daba entrada a Jean Jules por Silvestre.

Fuster vio la amarilla en el 63. Y tres minutos después, remate de cabeza de Ortuño, a centro de Jean Jules, que fue a las manos del meta rival.

En el 72, segundo cambio en el Alba, entró Diamanka por Dani Torres.

El Málaga hacía entonces un doble cambio. Se retiraban Rahmani y Caye y entraban Joaquín y Stefan.

Menéndez hacía un triple cambio en el 80. Se retiraban Javi Jiménez, Álvaro Jiménez y Zozulia, entrando por ellos Alberto Benito, Álvaro Peña y Vargas. Y Pellicer otro doble cambio con la retirada de Cristian y Jozabed, por quienes entraban Ramón y Benkhemassa. En el 87, último cambio en el Málaga, se retiraba Jairo, autor del segundo tanto y entraba González por él.

Vargas veía la amarilla en el 90 y el colegiado señalaba cinco minutos de descuento, sin tiempo ya para nada para un Alba que recibe otro duro golpe.

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