Por Julio Martínez
Estamos todos deseando quitarnos de encima al Albacete esta temporada, pero desde el club se empeñan en prolongar el ridículo. Hace un par de días, alguna de las mentes ilustradas que manejan el relato introdujo el revulsivo que necesita el equipo. Los perretes. “Los mal llamados perros de caza”, que dicen ellos. De los mal llamados dirigentes deportivos y gestores de comunicación no hablan. No lo harán. Ahora que llega el verano se han propuesto abrigar a los animales. La Ciudad Deportiva hace ya un par de años que se transformó en Narnia. Allí no sale el sol. Ni saldrá.
Esta iniciativa, que habrá quién la abrace, era ya el colmo, pero en la factoría Skyline siempre se puede ir a más. El partido en Vallecas empezó más tarde de lo normal y dejó una de esas imágenes que uno lleva soñando desde que se aficionó a este equipo. El Alba saltaba al campo con una camiseta que llevaba el logo de la Champions. De la puta Champions League. Y el lema, entiendo que idea de La Liga, “gánatelo en el campo”, o algo por el estilo. Y allá que ha ido este Albacete con sus santos atributos y se ha puesto la camiseta. Oye, y se lo está ganando en el campo. Lo que no sabe es el qué, como decía Santiago Segura.
Será por eso que en el 1-1, el ‘empujamédicos’ se ha ido partiéndose de risa a celebrar el gol tirándose de rodillas por el césped. Porque claro, se ha visto con el logo de la Champions y ya lo que le faltaba. Como el Alba no es el colista, el peor equipo de la competición y está a un par de jornadas de oficializar el descenso, pues nos disfrazamos de Champions y a celebrar cada gol como si fuera el último, que es probable que lo sea. De Álvaro Jiménez tampoco se puede esperar mucho más. En su mente todo es espectacular. En su Instagram, “de locos”. O “cositas”, que dicen ahora los futbolistas modernos.
El partido fue el enésimo bodrio del Albacete. El gol en el primer minuto de un ex, anecdótico. A Saveljich no le han criticado por celebrar el gol; a Stuani lo querían matar. Albacete y la envidia, que no falte. Qué mal llevan algunos el éxito de los demás. Anecdótico, decía. El Rayo no hizo nada y el Alba, menos. De los primeros 45 minutos se jugaron, con suerte, 10. Eso también es fútbol, dirán los puretas. Iraola, el míster del Rayo, no lo tiene tan claro.
El del Alba, Menéndez, que no tiene valor para dimitir, ha decidido que le echen, pero en este Albacete no hay nadie al volante. Dani Torres no juega y dice el buen hombre que es una forma de gestionar el equipo. La gestión de Menéndez, que se tiene en altísima estima, es la siguiente: 19 puntos de 57 posibles. 15 goles a favor y 23 en contra. 10 derrotas en 19 partidos. Y ahí sigue el tío. No sé si se habrá dado en el fútbol profesional un caso igual. Desde luego que en Albacete, sí.
El Alba de la Champions League y de los perretes ya solo está a seis partidos de consumar el ridículo. Bajar puede bajar cualquiera, salvo que funde la Superliga, pero es difícil hacerlo como lo va a hacer este equipo. Un equipo que, dice, no tiene dinero para firmar jugadores importantes y de calidad para la categoría, pero que trae a Tana y a Muntari. El equipo que viste a los “mal llamados perros de caza” y que desprecia a su personal tendrá el lunes que viene una nueva oportunidad para hacer historia. Seguirá Menéndez en el banquillo. Expectante estoy por ver la nueva sorpresa de la semana.
