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El nuevo alcalde de Albacete, Emilio Sáez, dejaba sobre su mesa una rosa roja para las víctimas de la pandemia antes de iniciar su discurso.
«Para quienes no han tenido el calor de sus seres queridos en sus últimos momentos».
Llorando, ha lamentado que «no me puede acompañar una mujer que se habría sentido muy orgullosa, su suegra murió hace siete meses».
También ha dado las gracias a Menchu, su mujer, con quien lleva 30 años.
