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Nuevo paso adelante de Sergio Serrano, heroico con la corrida más seria de la temporada

Texto: Julio Martínez

Desde que volvieron los toros a las plazas allá por el 17 de julio de 2020 tras la pandemia, no se había visto una corrida tan grande como la que se lidió este sábado en la localidad madrileña de Cenicientos. Un encierro de Cebada Gago de impecable presentación y con trapío para cualquier plaza de primera. El torero de Albacete Sergio Serrano fue uno de los encargados de darle lidia y muerte, y lo hizo además con una solvencia y una capacidad que lo acreditan como uno de los toreros revelación de la temporada 2021.

Serrano tuvo que hacer frente en primer lugar a ‘Sabanito’, un toro de casi seis años que empujó de salida en el caballo de Daniel López, que recetó tres puyazos de premio. Por ejecución, por colocación y por la precisión en la medida. Tras el primero de ellos salió prendido el banderillero Fernando Casanova, que quedó conmocionado tras el fuerte golpe. Se recuperó para dirigir magistralmente la lidia en el tercio de banderillas, que resultó muy lucido, gracias a la eficacia de Caco Ramos y Diego Valladar.

Brindó la faena a la alcaldesa de Cenicientos, Natalia Núñez, y arrancó el trasteo en el tercio, llevando al toro por bajo y buscando siempre potenciar las pocas virtudes de ‘Sabanito’. Serrano se fue a los medios con la muleta en la mano derecha y se colocó siempre como si el de Cebada fuese un carretón. La realidad es que el toro no permitía ni un error ni un segundo de relajación, no solo por lo aparatoso de sus pitones sino por su potente embestida. El diestro manchego supo canalizar esa violencia y dejó una labor de muchísima importancia. Le corrió siempre la mano con mucha firmeza y con una sensación de convencimiento y solvencia difícil de ver en el escalafón con este tipo de toros.

En un momento dado, Sergio Serrano optó por acortar las distancias y el de Cebada no lo agradeció. Se echó la muleta a la zurda y por ahí extrajo las mejores embestidas del toro, que se desplazó con algo más de franqueza, pero siempre a media altura. El matador se llegó a relajar por momentos, aunque los gañafones del animal en el último tercio del muletazo deslucieron los pasajes más sentidos del segundo acto del festejo. La faena fue para doctos aficionados, pero sobre todo para el torero, dado que ‘Sabanito’ fue ese tipo de toro que rompe las ilusiones de muchos aspirantes a matador. Dejó Serrano una estocada entera de bella ejecución, aunque el estoque viajó ligeramente desprendido. Hizo falta un golpe de verduguillo previo a una leve petición de oreja. Todo quedó en una calurosa ovación.

En quinto lugar saltó al ruedo ‘Olivito’, un cárdeno que cumplió los cinco años en febrero y que puso en apuros a Sergio Serrano en los primeros compases de la lidia. La cambiante embestida del toro, que a veces se rebosaba en el capote y otras cambiaba el viaje en el momento del embroque, impidieron la limpieza en el saludo capotero. Además, el defecto de pegar un cabezazo al final de cada embestida hizo que puntease los capotes y dificultase la colocación del animal en el caballo. El de Cebada pasó de puntillas por el tercio de varas y lo mismo hizo en banderillas.

Ya con la muleta en la mano, Serrano se colocó entre las rayas de picar para iniciar la faena por bajo, con mucho mando y sometimiento. El rostro del torero dejó entrever las complicaciones del toro, que embestía con brusquedad y sin ninguna garantía para su lidiador. Para colmo, volvió a sacar el principal defecto que mostró de salida, que fue el de cambiar su condición en cada embestida.

En ese momento, el de Albacete se cambió la muleta a la mano izquierda y, con muchísimo mérito, consiguió arrancarle algún natural de no menos importancia. Los tendidos no terminaron de entrar en la faena, pese al esfuerzo y el tesón del torero, que pisó esos terrenos que descubrió Dámaso González y en donde queman las zapatillas. Por momentos le dio su tiempo y en otros le apretó por abajo, logrando sacar alguna embestida más generosa y uniforme.

Serrano terminó ganando la batalla y el toro, muy acobardado, se lo puso complicado para matar. Aun así, dejó otra brillante estocada por la forma de cobrarla, pero que viajó una vez más mínimamente desprendida. Un golpe de descabello puso fin a una gran tarde para Sergio Serrano, que dio en Cenicientos un paso más en su carrera y que puso de manifiesto que es uno de los toreros a tener en cuenta en el circuito torista.

Este próximo fin de semana será el encargado de abrir el certamen ‘Copa Chenel’, organizado por la Comunidad de Madrid, en una corrida de toros que se celebrará en la plaza de toros de Miraflores de la Sierra. Hará frente a dos toros de Valdellán y Monte la Ermita. En la feria de Albacete, Sergio Serrano está anunciado mano a mano junto a Rubén Pinar con la corrida de Victorino Martín, que se lidiará el 14 de septiembre.