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Solo la espada frena a un Sergio Serrano en sazón

Texto: Julio Martínez

El torero albaceteño Sergio Serrano cuajó este sábado otra gran tarde de toros en la localidad madrileña de Miraflores de la Sierra, en lo que supuso el primer festejo del certamen ‘Copa Chenel’, organizado por la Comunidad de Madrid. Se enfrentó a un lote de Valdellán y Monte La Ermita muy serio y que le dejó mostrar su versión más torera. Tenía el triunfo en la mano con sus dos oponentes, pero el fallo a espadas le impidió sumar trofeos.

Vestido de caña y oro, el manchego se fue a porta gayola para recibir a ‘Navaro II’, un toro de Valdellán que se movió de salida en el capote de Serrano. Lo toreó con mucho temple, intercalando lances a la verónica y cadenciosas chicuelinas. Tras el primer encuentro del toro con el caballo, quitó nuevamente por chicuelinas y dejó entrever la alegría del toro en las embestidas.

Brindó la faena al público de Miraflores de la Sierra y arrancó la faena al hilo de las tablas, toreando muy despacio, con gusto y llevando siempre al toro sometido.  Ya en el tercio, corrió la mano por el pitón derecho con alegría, aprovechando el buen ritmo del toro, que embistió con casta y motor. Lo mejor de la faena llegó en el toreo al natural, con muletazos de mucho gusto y calidad.

El de Valdellán le dejó relajarse y sacar lo que entrena cada día. La carrera de Sergio Serrano no ha ido por los caminos más sencillos y sus oponentes rara vez le han dejado ponerse recto y torear como siente. Este buen toro de Valdellán le permitió demostrar que no solo sabe bregar y pelear con los duros sino que también es capaz de torear con gusto y profundidad. Sonó el aviso antes de que el torero pudiese cuadrarse para entrar a matar por la condición del toro, que se puso gazapón y no dejó a Serrano colocarse. Pinchó en la suerte contraria y al segundo intento dejó media estocada en lo alto que hizo daño al toro, pero necesitó de varios golpes de descabello para cerrar la obra.

Se fue nuevamente a porta gayola para recibir a ‘Estudioso’,  un serio ejemplar del hierro de Monte la Ermita de procedencia Torrestrella. Apretó en el capote, pero Serrano estuvo habilidoso e inteligente para ir dándole sitio y enseñándole a embestir. Se fue con la muleta al centro del ruedo e inició con el pase cambiado por la espalda de rodillas. Ya en pie, consiguió muletazos largos, templados y de mano baja por el pitón derecho.

Sergio Serrano se puso muy de verdad, quieta la planta, y enlazó varias series muy ligadas y de gran emoción por las potentes y rítmicas embestidas del toro. Al natural volvió a dejar constancia de su gran momento y terminó de exprimir al buen ejemplar de Monte La Ermita. Se avecinaba premio y el público madrileño jaleaba los toreros remates de Serrano, pero la suerte suprema difuminó la gran labor del diestro. Se atrancó con la espada y dejó varios pinchazos. Muy contrariado y con el gesto torcido acabó dándole muerte al toro.

No se puede hablar de tarde redonda ni de triunfo por el mal uso de los aceros, pero en Miraflores de la Sierra quedó nuevamente de manifiesto que Sergio Serrano está en el mejor momento de su carrera, toreando más que nunca y abriéndose camino en el circuito de las «duras», con la complejidad que eso conlleva. Mañana trenzará el paseíllo en Tarazona de La Mancha junto a Finito de Córdoba y El Fandi, que estoquearán una corrida de Castillejo de Huebra.