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Por Julio Martínez
El Albacete no es que haya conseguido más de 7.000 abonados esta temporada. Esta semana, Skyline ha canonizado a 7.000 personas. Los ha hecho santos y, esperemos, no los haga mártires de una temporada que se avecina bonita. Y digo que se avecina bonita porque hay que conocer esta categoría y saber muy bien con quién se enfrenta el equipo cada semana. En esta Segunda B hay muchos filiales pomposos y equipos como el Alba, que a priori son candidatos a todo. Pero hay que hacer mucha pedagogía para que gran parte de esos 7.000 santos entiendan que el Atlético Baleares no es el filial del Villanueva del Trabuco. Es un equipazo que ha pasado por encima de un Albacete que anda todavía jugando al pilla-pilla.
Mención aparte, el tema de la edad y los futbolistas. Ya saben, al inicio del curso pasado, los gestores disfrazados de juristas cuyo manual es ‘Teo va a los juzgados’ dijeron que Pedro Sánchez, Susaeta o Acuña, no. Que eran muy mayores. Esos mismos ilustrados, los que tienen abono en La Rosaleda y en El Molinón pero que no pisan el Belmonte, nunca se fijarían en gente como Canario, Hugo Rodríguez o Dioni, que con 31 años ha metido en el blindado tres goles, tres puntos y se ha llevado por delante a una defensa agonizante. Mejor jóvenes como Boyomo, claro. Dónde va a parar.
Desde luego que no hay que sacar conclusiones de trazo gordo tras la derrota en Mallorca. Tampoco había que reescribir el himno para el ascenso por meterle tres a un Castellón que jugó a ser el Castellón. De 6 puntos ya van 3, que no es poco, aunque ahora se lleva más lo de volver a sembrar. Como eslogan de algún local crecepelo en Estambul estaría bien. Esta mañana leía una traducción de ‘Made in Turkey’ como ‘Hecho en Pavo’. Error y comedia, como la defensa del Alba, que es la que sale señalada del archipiélago.
Gálvez ha venido con un poco más de edad y con un mucho más de sueldo. Sigue siendo fuerte de cabeza, pero su talento con los pies da para lo que da. Los tres primeros goles en contra han sido tres errores graves de dos centrales que llegan al examen cinco minutos antes y tienen que pedirle el boli al friki de delante. Por rescatar algo de las islas, la poesía hecha desplazamiento de Sergi Maestre y la solvencia de Jordi Sánchez, que remata todas.
Fran Álvarez va sobrado, pero necesita que el antagonista de David Vidal construya el equipo en base a su talento. En Mallorca pasó desapercibido, igual que el resto de la medular. Así es muy difícil hacerle daño a un rival directo. Por eso hace falta vacunar a los socios y conseguir la inmunidad de rebaño en esta odisea semiprofesional. Aquí ya no hay rivales grandes o pequeños. Aquí hay equipos de pueblo capaces de todo. El Alba ha de estar arriba y competir contra todos, sí, pero no debería perder más de 6-8 partidos a lo largo del curso. Ya lleva uno…
Estaría genial poder hablar de que los jugadores disfrutarían de la victoria esta semana en la feria, pero no. En este caso, lo grave no es la derrota sino que no haya feria. Los 7.000 santos irían, pero más de 200.000 laicos se quedarán un año más sin sus fiestas porque a Sáez & Co no les apetece. El sábado podrán ir a ver a Morante y recibir al equipo de la tierra prometida de los sacamantecas del dinero ajeno. De verdad, hay que hacer mucha pedagogía este año.