Rubén de la Barrera, míster del Alba, valoraba tras vencer al Andorra que: «ha habido tres fases diferenciadas, los primeros 20 minutos que defensivamente obligábamos a llevar el partido a tres contra tres y en ese tiempo el equipo no ha estado bien porque tras recuperar balón ellos salen con mucha gente. Nos costó. También es verdad que ellos disparan dos veces a portería en todo el partido. Un segundo encuentro en el inicio de la segunda mitad que es cuando estuvimos realmente bien, más allá del gol les estábamos haciendo daño. Aunque tras el gol, llegó la expulsión y en 35 minutos tan largos el equipo dio muestras de lo que es: no concedió nada. El equipo lo dio todo para evitar que lo que construían acabasen en disparos».
Victoria muy importante. Espero que este tipo de partidos, en los que el equipo sale reforzado por su esfuerzo, empujen y ayuden a tener mucho más peso».
«Lo único por corregir esos primeros 15 minutos».
«Hasta la expulsión de Sergi Maestre estábamos muy pero que muy bien».
«Tras la expulsión no queríamos hundirnos y, según estaban ellos, creíamos que una línea de cuatro atrás era suficiente, pero sus cambios sí nos obligan a meter un tercer central, porque tienen gente ágil y había que defender bien».
«Creo que interpretamos el partido muy bien y jugamos muy bien, con un esfuerzo máximo».
«Muy contento por ahí pero menos contento por lo que quiero para este equipo, que en igualdad numérica el equipo juegue. Poco a poco que el equipo sea lo que queremos que sea».
«Estamos viendo que a todo el mundo le cuesta ganar. Aquí nadie regala nada».
«Somos un equipo compacto al que les cuesta hacer ocasiones. Ellos han llegado a puerta dos veces».
«La afición se fue metiendo en el pellejo del equipo y fue arropando. Con 10, su empujón se nota cuando no te dan las piernas».
