El 1-3, obra de Rubén Cruz en una jugada a balón parado en una falta peligrosa al borde del área, llegaba en el 90 y con ello estallaba la alegría entre los 200 aficionados del Albacete Balompié que estaban en el estadio Santo Domingo y los jugadores del Alba, que habían peleado duro por la victoria. Todavía quedaría el descuento para sufrir, con el 2-3 del Alcorcón, pero la merecida victoria acabó llegando.