El Albacete Balompié terminó la temporada pasada con el sueño del ascenso hecho realidad y un proyecto económico que devolvía la viabilidad al club. Pero ahora, iniciado 2015, en lo deportivo pelean como guerreros para salir del descenso, mientras en lo extradeportivo el club vuelve a ser triste noticia nacional por la mala situación económica.
Ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con Hacienda, algo de lo que el presidente del Albacete Balompié, José Miguel Garrido, ya venía meses advirtiendo que por entenderse con Hacienda pasaba la viabilidad de la entidad; Garrido comparecía este martes en rueda de prensa para explicar por qué el club ha presentado la solicitud para que se reabra el concurso de liquidación.
Ha cargado contra Hacienda y el Ayuntamiento –en este caso por no abonar el último pago pendiente como se aprobó en Pleno al ejecutar el embargo de Hacienda aunque el Ayuntamiento no lo haya recibido, según Garrido- y ha dado las gracias a Diputación y la Junta de Comunidades por el respaldo que ha encontrado. Ha insistido en que no pide dinero, que quieren pagar, pero que no pueden gestionar la entidad si Hacienda les mantiene embargados el 100 por 100 de los derechos de televisión, que suponen hasta el 60% del presupuesto total de la entidad y si Hacienda no cede al acuerdo.
Garrido le ha puesto nombre y apellidos a la negativa: Soledad Garcia, responsable de Hacienda, de la que ha lamentado que “prefiere liquidar los clubes que cobrar deudas”.
El tiempo corre en contra del futuro del Albacete Balompié, en el que Garrido ha dicho que su etapa ha terminado, a la espera de que se nombre un administrador y se reabra el concurso de acreedores y donde ha incidido en que ha perdido lo que puso.
Pero también ha mandado un aviso a la afición: fútbol habrá, en la categoría en la que les mandaran empezar llegado el caso.
Cabe confiar en que finalmente la situación se resuelva de la mejor manera posible para el futuro del Alba y que el club siga en Segunda. Cierto es que en los ‘mentideros’ se comenta que quizás las formas de Garrido con Hacienda no fueron las más apropiadas, pero tampoco se entiende el encabezonamiento de Hacienda en no llegar a un acuerdo por 800.000 euros –el IRFP que es inaplazable por una reforma posterior al inicio de las negociaciones- y se prefiriese optar por cobrar mucho menos de la deuda que debe el club si la entidad desaparece.