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A los 365 días, Manaj resucitó

Texto: Julio Martínez

El tiempo, por desgracia, no pasa más o menos rápido en función de lo bien que te vaya la vida. Cuando vienen mal dadas, parece que los segundos son horas. En cambio, son esos “raticos” vivarachos y aventureros los que se pasan volando. A mi me ha pasado hoy, mientras veía con un ojo a Rufián y con el otro el cónclave canario. Justo un año hacía de la patada de Germán a Rei Manaj en Granada. ¿Se acuerdan? De la patada seguro, pero del contexto es imposible olvidarse. Ascenso directo, viajes masivos, Navidad. En definitiva, un bloque. 365 días después, lo único que hemos sacado en claro es que Manaj ha vuelto a ser futbolista tras dejarse allí media mandíbula y cuarto y mitad de compromiso. Le ha debido sentar bien tomar el sol a los pies del Burj Khalifa.

Pero no se engañen, el irascible albanés se ha puesto el mono de trabajo ahora que el Barcelona ha tocado a una de las puertas de sus múltiples moradas. Qué tendrán las Canarias. Único lugar conocido en el que el Alba 2.0 de Ramis es capaz de meter más de un gol. La cómica verdad es que el Tenerife le ha metido más goles a Tomeu en 180 minutos que el Albacete en el Belmonte en lo que va de curso. Pese a la brega de Luis Miguel, este esperpento va camino de recuperar en septiembre, allá por el grupo 4, los desmanes de una directiva a la que se ha comido su arrogancia y nulidad.

Cuando llegó, Ramis trajo de la mano a dos antiguos pupilos llamados Álvaro y Aleix. Además, un tal Eugeni y un cual Santiago; otro Daniel que llegó de rebote en invierno y un bloque que le dieron hecho los antecesores y del que sacaron rédito los actuales sin mérito ni esfuerzo alguno. Porque fichajes, como tal, no han hecho ninguno. Bueno, sí: Manaj. Y la ficha de Zozulia, que bien vale hacer el ridículo en Vallecas porque una cuadrilla de comunistas se enfada y llama nazi al que juega al baloncesto del 14/88. Si se va la directiva a la carrera de San Jerónimo, pide el ‘toque de queda’. Todo se andará. Todo, menos trabajar. La afición más implicada ya no hace memes con el Alba, porque el Alba es en sí un meme de su dejadez funcionarial.

El futuro no es tan negro a tenor de lo que hemos vivido en la última década y media. Con esta plantilla, el puesto 13 es el idóneo para encarar una obligada transición hacia algo que se parezca al fútbol. En el gol del sempiterno Suso –ojalá un castizo como él en La Mancha-, Karim fue el encargado de gambetear. Entenderán pues la consecuencia de la polivalencia del esforzado Azamoum. Y Fuster, qué decir. Ramis lo ve entrenar y sabe más que algunos eruditos con menos estudios que Adriana Lastra. Desde que su rodilla bailó en Alcorcón, el Alba no ha regresado a la pista. Es completamente normal que Ramis se lo haya “fumado” semana sí y semana también. Es tarea áspera explicar el porqué de la derrota en Tenerife o los motivos por los que este equipo no funciona.

¿Saben cuál es el equipo que menos goles ha metido hasta la fecha? Culpa de Ramis. ¿Saben qué equipo ha rentabilizado mejor cada gol, a favor y en contra? Culpa de Ramis. Y así, un día tras otro. Ya lo hemos apuntado en estas columnas desde que arrancó el ejercicio en agosto, es más fácil echar a uno que a 24. El tono y el aspecto de Ramis no es quizá el más amigable para con la grada, pero su desempeño es más que notable, pese a todo y pese a todos. El mercado de invierno está abierto y los que primero tienen que salir son los que vinieron sin que nadie los pidiera. El único proyecto de esta directiva era ascender como fuera para poder retener talento y escaparse en verano a conocer playas y tumbonas ‘premium’.

No me atrevo a decir si es tarde ya para darle la vuelta a la tortilla y buscar ese playoff que, ojo, está a escasos seis puntos, pero urgen cambios en la columna vertebral de la plantilla. Uno que haga  goles, otro que le ayude a meterlos y un tercero que tome las riendas de una defensa pírrica dirigida por un Arroyo que es todo voluntad y compromiso, pero que no da más de sí en una categoría y con unas perspectivas que exigen algo más que “echarle dos cojones”. Recuerden, otra vez, y traten de no ponerse nostálgicos, hace 365 días estábamos en Granada, donde cayó Manaj. Un año después, Manaj debe y va a salir; mientras que es el Alba quien necesita levantarse. Pero tiene que hacerlo ya y no esperar otros 365 días, porque si sigue la dinámica, la resurrección será, una vez más, con el Real Unión o con los suplentes del Valencia.