0 comment

Agricultores de la región, multados por hacer sus necesidades en el campo

Dice la sabiduría popular española que ‘no se le pueden poner puertas al campo’. Pero parece que la Inspección de Trabajo en Toledo se ha propuesto que sí se le pongan retretes. Unión de Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha ha hecho una denuncia que se está haciendo viral. Y es la sanción que, por parte de la Inspección de Trabajo, se ha puesto a algunos agricultores de esta provincia de Castilla-La Mancha, durante la campaña de la aceituna.

Critican que «en estos días están teniendo lugar inspecciones durante la campaña de aceituna en la provincia de Toledo.  Aunque pueda parecer increíble, alguno de los motivos de sanción son la inexistencia de servicios para cagar y mear en el campo».

Y relatan que «las protagonistas de esta hazaña son dos inspectoras de trabajo que deben tener la perturbadora idea, de que el campesino es incapaz de ir tras una oliva o un matorral cualquiera a cumplir con la llamada de la naturaleza».

«La situación supera el absurdo, se convierte en un esperpento, en una astracanada. Lo que pide la inspección de trabajo viene a ser algo así como exigirle a la brigada que arregla la línea de alta tensión que porten un servicio o al grupo de alta montaña de la Guardia Civil o al SEPRONA que en todas y cada una de sus salidas transporten un baño móvil ¿A que parece una tontería?  Pues esta tontería es motivo de sanción desde la perspectiva de cierta inspección de trabajo», explican en el comunicado que han difundido en su web.

«Si unimos este nuevo desaguisado a la bajada injustificada del precio del aceite, la especulación del mercado, el aumento de costes de producción, la mala climatología y los juegos de malabares que se deben hacer para cumplir normativas ambientales y burocráticas de la nueva PAC, se comprende la desesperada situación del sector olivarero y del agropecuario en general», lamentan.

Así, Unión de Castilla-La Mancha pide a la inspección de trabajo «que recapacite y suspenda estas conductas inspectoras, que además de ridículas están generando intranquilidad y animadversión entre la gente del campo».

Sanciones de hasta 2.000 euros

Desde la organización lamentan que estas sanciones pueden conllevar multas de hasta 2.000 euros. La situación se dio en la zona de La Sagra y, como este jueves la noticia saltaba a los medios nacionales y se hacía viral, la Inspección de Trabajo se ha apresurado en ‘culpar’ de la polémica a la inexperiencia de dos inspectoras novatas.

Unión de Castilla-La Mancha llevó el asunto al Ministerio de Agricultura y confía en que las sanciones se queden en anécdota.