Albacete tuvo un saldo negativo en migración laboral en los tres primeros meses de este año, cuando llegaron a la provincia 5.528 trabajadores pero se fueron 7.534, lo que da un saldo negativo de poco más de 2.000 y un 21% en términos porcentuales, según un informe de Randstad, empresa líder en soluciones de recursos humanos, que ha realizado un análisis de los datos publicados por el Servicio de Empleo Público Estatal para conocer la evolución de los contratos que implican movilidad de los profesionales españoles.
Randstad detecta que los contratos que suponen movilidad han alcanzado durante el primer trimestre del año su cifra más alta desde 2010. Durante los tres primeros meses de 2015 se firmaron más de 487.000 contratos, 43.000 más que en 2014 y 140.000 más que en 2013. Precisamente, 2013 fue el año que registró el menor volumen de contratos de movilidad, 347.500, tras tres descensos consecutivos desde 2010.
Otro de los aspectos que tiene en cuenta el análisis de Randstad es la tasa de movilidad. Así, el 12,1% del total de las contrataciones durante los tres primeros meses del año supusieron el cambio de provincia del trabajador. Dicha tasa descendió 0,4 puntos porcentuales respecto al mismo periodo de 2014, cuando se situó en el 12,5%, el índice más elevado del periodo analizado.
Cuando se analizan los datos en función del sexo de los profesionales, el estudio de Randstad pone de manifiesto que existen pronunciadas variaciones entre hombres y mujeres. De esta manera, la tasa de movilidad en hombres se sitúa en el 14,3%, 5 puntos porcentuales por encima de las mujeres, que alcanzan el 9,3%.
La comunidad autónoma del profesional es un factor determinante a la hora de analizar la movilidad laboral. 11 de las 17 regiones españolas son emisoras de trabajadores; es decir, salieron más trabajadores a desarrollar su actividad a otras comunidades de los que entraron a trabajar, lo que supone un saldo negativo.
Entre las 6 comunidades autónomas receptoras, destaca Madrid, cuyo saldo positivo equivale a 45.200 trabajadores.
En el lado opuesto se encuentran Castilla La-Mancha, Castilla y León y Andalucía, con -18.400, -8.200 y -7.900, respectivamente. Extremadura, Aragón y Galicia acumulan saldos negativos de entre 5.000 y 6.000 profesionales.
Por otra parte, Randstad también ha analizado la movilidad de los profesionales en función de la provincia en la que se sitúan. En este sentido, cabe destacar que 16 provincias registran saldos positivos.
El informe también tiene en cuenta la movilidad de sus trabajadores, independientemente del saldo de cada provincia. En esta línea, llama la atención que las tres la tasa de movilidad más elevada se encuentran en Castilla–La Mancha: Guadalajara, Toledo y Cuenca, todas ellas con índices por encima del 25%. Lleida, La Rioja, Huesca, Álava y Albacete representan el resto de provincias con tasas de movilidad por encima del 20%, frente al 12,1% de la media nacional.
El último de los aspectos que tiene en cuenta el análisis de Randstad hace referencia al sector productivo en el que se enmarca el profesional.
En este sentido, el informe de Randstad revela que el sector servicios engloba seis de cada diez contratos (58,2%) que implican desplazamiento del trabajador a otra provincia; en total, más de 283.800 contratos. Además, se detecta un aumento de la importancia de la movilidad en este sector, ya que el año pasado estos contratos suponían el 57% del total, un punto porcentual menos.
Además del sector servicios, la movilidad ha aumentado su incidencia también en construcción e industria. Agricultura es el único sector donde la movilidad ha descendido en importancia durante el último año.