La economía sumergida suma y sigue. Su tamaño aumentó en 60.000 millones de euros durante la crisis, hasta situarse en el 24,6% del PIB al cierre de 2012, lo que supone más de 253.000 millones de euros ocultos, según recoge el informe “La economía sumergida pasa factura. El avance del fraude en España durante la crisis”, presentado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) y dirigido por el profesor Jordi Sardà de la Universitat Rovira i Virgili. Un informe que además pone de manifiesto que Albacete está a la cabeza en ‘dinero negro’, donde la economía sumergida supera el 32,3%.
Según se desprende de este estudio, el volumen de la actividad económica en negro aumentó de media unos 15.000 millones de euros anuales desde el inicio de la crisis en 2008, cuando la tasa de economía sumergida se situó en el 17,8% del PIB. Sin embargo, en 2009, considerado como el momento más duro de la recesión, el dinero oculto se disparó en más de 27.000 millones de euros, tanto como los dos ejercicios siguientes juntos.
La economía sumergida creció en Castilla-La Mancha hasta el 29,1% del Producto Interior Bruto (PIB) al cierre de 2012, con 10.500 millones de euros ocultos, según el citado informe ‘La economía sumergida pasa factura. El avance del fraude en España durante la crisis’.
Así, la tasa de economía sumergida castellano-manchega supera en casi cinco puntos a la nacional, que se sitúa en el 24,6%, superando los 253.000 millones de euros. Entre las provincias castellano-manchegas más afectadas destacan Albacete (32,3%), Cuenca (29,5%) y Toledo (29%).
El informe de Gestha, que consideraría como un nivel «aceptable» de economía sumergida entre el 6% y el 8% del PIB, destaca que el mayor aumento del fraude durante estos años se ha registrado en aquellas comunidades más castigadas por el «colapso» del ladrillo y el paro, como Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Canarias y parte del Levante español, con tasas de economía sumergida superiores al 26% del PIB en todos los casos.
Las subidas de impuestos como consecuencia de la crisis económica, que no fueron acompañadas, según Gestha, por un eficiente control tributario, y la multiplicación de los casos de corrupción política y empresarial, junto con la moralidad de la sociedad española, que tiende a justificar cierto nivel de fraude fiscal, son otros de los motivos que explican el incremento del dinero negro.