El público del Teatro Circo se entregó ante el espectáculo de belleza y sentimiento, ofrecido por los bailarines y bailarinas que participaron en “Mi arraigo, vuestra danza”, espectáculo con el que Esteban Berlanga ha confesado cumplir un sueño
El público de Albacete se mostró entregado ofreciendo un largo aplauso a las ocho estrellas de la Danza internacional que, bajo la dirección artística del bailarín Esteban Berlanga, ofrecieron una velada que estuvo cargada de emoción, belleza y sentimiento.
Con la celebración de la gala Mi arraigo, vuestra danza, en el Teatro Circo de Albacete, Esteban Berlanga ve alcanzado un sueño, según él mismo ha declarado, el sueño de ofrecer a su tierra, Albacete, danza de calidad, una actuación que ha contado con el respaldo de la Concejalía de Cultura.
La gala la abrió el propio Esteban Berlanga, que tuvo como pareja a una de sus compañeras del Ballet de Zürich, la bailarina belga Michelle Willems, bailarina con la que demostró tener una gran compenetración en el escenario. Empezaron interpretando La Bella Durmiente, con una coreografía del director artístico del Ballet de Zürich, Christian Spuck.
El público de Albacete disfrutó de este paso a dos, al que siguió una coreografía de danza contemporánea, Polvo Eres, bailada por Aída Badía, ex componente de la Compañía Nacional de Danza, e Iván Delgado del Río, bailarín free lance que demostró su talla, pues se incorporó a este proyecto en el último momento para sustituir a Aleix Mañé, quien no pudo bailar en Albacete por una lesión.
La velada continuó con clásico, otro paso a dos, Cisne negro, interpretado por los bailarines solistas del English National Ballet, Katja Khaniukova y Aitor Arrieta, para enlazar con Ikigai una coreografía ideada para esta velada por Lucía Campillo y Jesús Carmona, bailarín barcelonés que viene de recoger el Benois de la Danza, considerado como el Oscar de la danza.
De nuevo, sobre el linóleo en las tablas del Teatro Circo, el bailarín albacetense Esteban Berlanga y Michelle Willems emocionaron al público, con un extracto de Existentia, coreografía que prepararon antes de la pandemia y que debido a la situación no han podido interpretar y mostrar al público con la frecuencia que hubiesen querido.
Otro paso a dos, El Corsario, puesto en escena por Katja Khaniukova y Aitor Arrieta, y Exilio, coreografía de Aleix Mañé premiada en un concurso coreográfico de Milwaukee Ballet, interpretada en esta ocasión por Aída Badía e Iván Delgado del Río, acercaban esta velada de danza al final.
Esteban Berlanga, en solitario, interpretó la coreografía que Ricardo Cue ideó para un cisne hombre, adaptación de la interpretación de la muerte del cisne, que suele ser bailada por bailarinas, y que permitió al bailarín albaceteño mostrar toda su sensibilidad sobre el escenario.
Y finalizó la gala con un estreno, Prólogo, de nuevo interpretada por la pareja formada por Lucia Campillo y Jesús Carmona, coreografía que puso punto y final a una velada que ha sido todo un regalo para la ciudad de Albacete y que nace con vocación de continuidad.
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