
El Albacete Balompié cayó en el José Zorrilla en un partido donde el guión siguió el escenario que más temía César Ferrando: los locales se adelantaron en los primeros minutos -concretamente el 7- y acabaron llevándose el partido con ese solitario gol de Óscar que tuvo mucho de regalo por parte del Alba. Decía después Ferrando que no se pueden tener esos errores si queremos salir de donde estamos. Y cada vez hay menos margen para mantener la categoría.
Óscar recibió el pase de la muerte tras un despiste de la defensa del Alba y batió a placer a Juan Carlos. Poco después Portu lo intentaba de chilena, pero el disparo, demasiado flojo, acababa sin problemas en las manos de Kepa.
Tras el gol, el Valladolid se fue haciendo con el partido y suyas fueron las ocasiones más claras, como la de Roger, cuando se quedó solo frente a Juan Carlos y el meta del Albacete Balompié sacó un pie milagroso para evitar que los locales sentenciaran el 2-0.
El Alba se fue recuperando y consiguió alternar las fuerzas con el Valladolid, aunque demasiado tímido y sin crear problemas cuando llegaba a los metros finales del área que defendía Kepa. Fran García tuvo algún disparo pero demasiado flojo, que el meta local atrapó sin problemas.
Así, el partido se iba al descanso con el 1-0 en el marcador. Tras el paso por vestuarios, César Ferrando salió dispuesto a que su equipo peleara al menos por el empate e introdujo el primer cambio antes del comienzo de la segunda mitad. Dio entrada a Carmona y dejó en el banquillo a Fede Vico.
El Alba estuvo mejor en la segunda parte pero no había manera de que disparara con peligro entre los tres palos de la portería de Kepa.
Curto fue el segundo cambio, que entró por Diego Benito. El míster hizo el cambio nada más cabrearse con Diego por regalar un balón en el centro del campo a un rival. El tercer cambio, algo más avanzado el partido, sería el de César Díaz, que entró por Jason.
Con los cambios, el Alba encerró algo más en su área al Valladolid pero no había acierto ni suerte de cara a portería. Además, el rival creó ocasiones a la contra y suerte hubo de que tampoco estaban demasiado acertados y su partido no fue para tirar cohetes, aunque les valió la victoria. De hecho, el público local les despidió con algunos pitos.
En el descuento llegó la jugada clave, cuando Carmona sacaba a balón parado y Rubén Cruz tocó el balón, al que habría llegado probablemente sino Paredes de cabeza, pero el disparo se fue por encima del larguero de la portería de Kepa y se esfumaban posibilidades de vida en Segunda para el Alba. Aunque mientras hay vida hay esperanza y toca seguir con optimismo.
Por cierto, que el conjunto local venía avisando toda la semana de que había que tratar de anular a Portu y lo consiguió, le marcaron varios jugadores de principio a fin y no le dejaron ser el Portu de otras veces, aunque peleó por serlo.
El Alba no estuvo solo en esta cita hasta donde llegaron decenas de aficionados blancos que se dejaron la voz en el José Zorrilla para animar a los suyos.